Potenciar la aplicación del tele trabajo y el trabajo a distancia es una prioridad por estos días cuando el país enfrenta una de las peores pandemias en la historia de la humanidad.
A partir del contexto que vivimos es que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social decide establecer un reglamento sobre ambas modalidades en virtud de las ventajas sociales y económicas que entraña la realización de las labores habituales en cada puesto de trabajo sin que haya presencia física del trabajador en la entidad.
Como algo novedoso a lo que no estamos acostumbrados se impone que cada trabajador conozca que esta norma jurídica tiene registrado como trabajo a distancia las formas de organización en la que el trabajador desempeña su labor, alternando la presencia física en la entidad, su domicilio u otras entidades, siempre manteniendo la calidad en los resultados.
En todo el país, varios son los trabajadores insertados en esta modalidad, una de las vías implementadas para frenar la expansión de la Covid-19, enfermedad que cada día se extiende más en el territorio nacional sin contar sus efectos en el mundo.
En el caso de Mayabeque, existen entidades con personal disponible para realizar el trabajo a distancia que en muchos casos pueden incorporarse a las labores de pesquisa en los barrios, tarea que debe realizarse con toda la responsabilidad que ello implica.
Nuevamente se pone en evidencia que en Cuba la salud del ser humano está primero, pero aun así el compromiso de quienes se acogen al trabajo a distancia debe ser siempre pensando en cómo contribuimos a que nuestra economía no continúe deteriorándose en medio de esta pandemia global.