En los últimos 12 meses ni la Covid-19, las medidas semanales contra las finanzas o las sanciones a funcionarios y entidades bastaron en el 2021 para consumar los intentos desde Estados Unidos para provocar un cambio de régimen en Cuba.

Las campañas en redes sociales desde Florida, el apoyo y preparación de actores políticos, el respaldo a convocatorias desestabilizadoras y la promoción de noticias falsas confirmaron un nuevo algoritmo para un viejo y anhelado propósito.

La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) destinó seis millones 669 mil dólares a apoyar un sinfín de proyecto contra La Habana.

La política de poner fin a la Revolución cambió sus estrategias en nuevos escenarios en los últimos 12 meses con una cruzada desenfrenada, aunque sin resultados.

A mediados de año, cuando las cifras de la pandemia impactaban a los cubanos y la caída de la generación electroenergética tocó fondo por la situación económica y el cerco estadounidense, las redes sociales fueron escenario hostil contra toda gestión gubernamental.

La campaña SOS Cuba inundó los escenarios virtuales para desencadenar disturbios el 11 de julio en varias localidades del país en un intento de promover una intervención humanitaria.

Igualmente en el mes de noviembre convocaban a una marcha por el cambio en la Isla, promovida por la plataforma Archipiélago que exigía, además, la liberación de las personas procesadas por los hechos vandálicos del pasado 11 de julio en el país.

Pero aún en este escenario los cubanos despediremos el año con significativas realizaciones.

Creció el reconocimiento a La Habana en espacios de las Naciones Unidas y en el seno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y crece su presencia en la Unión Económica Euroasiática.

En ocasión del aniversario de la independencia de México, el presidente de ese país, Andrés Manuel López Obrador, dijo que por su lucha en defensa de la soberanía y su resistencia sin sometimiento durante 62 años, el pueblo cubano merece el Premio de la Dignidad y Cuba debe ser considerada la nueva Numancia.

En este calendario Cuba controló la pandemia y envió miles de especialistas de la salud a hacer frente al SARS-CoV-2 en países de todos los continentes.
La nuestra constituye la única nación latinoamericana que concibió tres vacunas y dos candidatos vacunales contra la Covid-19 y es el segundo país del mundo en cobertura de vacunación completa.

En el área económica, Cuba detuvo el decrecimiento que generó la crisis económica global, protegió a los trabajadores y población vulnerable durante el brote viral, creó capacidades para enfrentar a fases más peligrosas de la enfermedad y concretó su reapertura productiva enfocada en la prevención, incluida la dosis de refuerzo.

En 2021 se pone fin a la tendencia declinante del Producto Interno Bruto reportada en 2019 y 2020, aunque no compensará la caída acumulada desde el segundo y tercer trimestre de 2019, los cuatro trimestres de 2020 y el primero de 2021.

En este año se produjeron profundas transformaciones económicas y sociales en el país.

Se adoptaron medidas para fortalecer la empresa estatal socialista, para el incremento de las producciones agropecuarias, el perfeccionamiento de los actores económicos, la implementación de la Estrategia Económica y Social, el trabajo en los barrios y en las comunidades, la atención a personas en situación de vulnerabilidad, entre otras.

Sin embargo se confrontaron no pocos hechos negativos, como que más de 500 empresas estatales cerrarán el año con pérdidas; la dolarización parcial de la economía en las relaciones entre las empresas y de estas con el sector no estatal, y las desviaciones del diseño de la Tarea Ordenamiento, las que exigieron un continuo accionar para corregirlas.


Isamary Valero Padrón

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *