Después de un tiempo de reposo por la pandemia, regresa el Salón de Arte Contemporáneo Arístides Fernández en el Centro Provincial de Arte, de nuestra provincia donde comencé a dialogar con las obras de los artistas y su palabra, que si bien en esta edición siguió un poco menguada la participación, lo que se muestra es bastante significativo en cuanto a la producción artística mayabequense.
El Jurado compuesto por Yovany Enríquez, Yuniel Jiménez y Antonio Torres, artistas miembros de la UNEAC y críticos de arte y Abiney Barrios y Eyder Luis Reyes, después de seleccionar rigurosamente deja un total de 16 artistas en concurso.
Obras que van desde lo figurativo, la instalación, la fotografía o el abstraccionismo con bastante rigor técnico. Esta vez se entrega un premio único del Salón, ex aequo, a Yasiel Álvarez por su obra Discurso y a Eduardo de la Cruz por Condenados de la tierra. Obras muy distantes en facturas pero de una impecable realización.
Las menciones fueron a manos de Randiel Delgado y Aramís Suárez. La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) entregó su premio a Yasiel Álvarez, mientras que la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y el Fondo Cubano de Bienes Culturales premiaron a Dairon González y José Suárez Verde respectivamente.
Si bien lo conceptual quedó, como discurso, muy por debajo en lo exhibido no quiere decir que los haceres van declinando hacia otras morfologías, no, eso tienen los salones su diferenciación temática y simbólica aunque a la hora de premiar siempre la balanza se inclina a la parte que más dice, infiere y cuestiona dentro de la sociedad pretendiendo dar mayor visibilidad a los artistas a través de la palabra y de todo lo que pueda existir alrededor del tema de la creación y su representación.
He recorrido el salón dos veces y obras minimalistas como las fotografías de José Antonio Martínez Coronel, el conjunto de abstracciones de Luis Reynier Torres dan una mirada otra, aunque no obtuvieran premios, que aquieta el grito de las palabras a que ya nos tiene acostumbrado el arte contemporáneo, de las obras premiadas que me hacen pensar que es hora de dejar de ser correctos y ser artistas. (IVP)
