No podría ser otro el nombre, Patria, así bautizaba José Martí, a lo que se convirtiera en el artículo de lucha elemental para unir a los cubanos, a través de la palabra precisa, un periódico que dio inicio a un movimiento que evoluciona el accionar diario.
La prensa cubana, con un camino luminoso hasta sus días, lleva arraigada consigo el espíritu de lucha, con Radio Rebelde, que relató cada uno de los acontecimientos en la Sierra Maestra por los barbudos, hasta hoy.
Así se fue forjando la prensa cubana, trabajando e ilustrando el acontecer cotidiano de los que vivimos aquí, y llenando nuestras vidas de sabiduría y conocimiento.
Los del campo y la ciudad, los de occidente y oriente, han viajado a través del lente de la cámara y en la voz del periodista a regiones desconocidas, desafiando peligros y adversidades, pues ellos saben que las mejores historias son las que enamoran a la audiencia a la que se deben.
Es del pueblo, sí, la prensa cubana es de los humildes. No es especulativa, ni viene con malas intenciones, todo lo contrario, viene con la razón y el concepto de esperanza para aquellos que diariamente se informan.
Los periodistas cubanos y sus editoriales buscan la primicia, pero su sensibilidad hace de la noticia una historia que perdura con el tiempo que se aferra a los corazones y al pensamiento de la nación.
Esa es la prensa revolucionaria de hoy, la que nació con Martí a través de Patria, la que se sintonizó desde la Sierra con los barbudos, y la que hoy sigue todos esos conceptos y se reinventa en estos momentos duros que vive la humanidad. (BSH)