El nuevo Código de las familias, protege la relación entre los abuelos y nietos.

Mayabeque, Cuba: Marta habló y convenció, es que cuando se dice desde el corazón y se siente lo que se dice, ese es el resultado. Estaba junto a sus vecinos más cercanos y otros conocidos en el ejercicio democrático de la consulta popular sobre el proyecto del Código de las Familias y no perdió la oportunidad.

Yo, prácticamente parí a los 49 años, dijo, cuando asumí el cuidado de mi nieta,  una niña entonces de tres años de edad, su mamá había abandonado el país y la custodia fue para el papá, mi hijo, pero lo cierto es que hace siete años la crio sola.

Ocupado en otro matrimonio y en su trabajo, mi hijo a veces me ayuda económicamente y de vez en cuando viene a ver a mi nieta Amelia. Yo soy su todo, me dice ella y eso me da energías para seguir.

He vuelto a los juegos de la infancia, a la primaria a ponerme al día con los nuevos métodos cuando ella empezó en la escuela.

El amor, eso sí, es la mejor recompensa que nos damos entre las dos, pero el nuevo Código pone a los abuelos, a personas como yo, en mejores condiciones, nos reconoce con derechos y por supuesto que yo lo apoyo.

En estos momentos, en las decisiones de mi nieta, la última palabra la tiene su padre y por lo que yo he leído y preguntado, en el que estamos debatiendo yo puedo tener también la responsabilidad parental con los mismos derechos y deberes. Como bien dicen en el televisor, yo digo si, por el Código de las Familias.

Así terminó y el aplauso de los vecinos me pareció un  Sí colectivo, una prueba de que queremos ser mejores

Maria Amalia Pérez

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