Fue infinita su lealtad a Fidel y Raúl, hombre sencillo, modesto, de trato afable, generoso y vertical en sus principios. Genaro Hernández Martínez trabajaba como obrero agrícola y cortador de caña, en Nueva Paz.
A partir del golpe de estado del 10 de marzo de 1952 comenzó a vincularse en actividades contra la dictadura de Fulgencio Batista. A finales de ese año comienza las prácticas de armas en la Universidad de la Habana. Genaro es seleccionado para participar en el asalto a la historia.
Tras su liberación de la cárcel de Boniato, regresa a su pueblo natal para continuar las actividades conspirativas. Concurre a una reunión clandestina con Melba Hernández y Haydée Santamaría y recibe orientaciones concretas para continuar la lucha.
El primer semestre del año 1955 transcurre en actividades de movilización. Fidel le orienta organizar el movimiento 26 de Julio en su municipio.
En una reunión efectuada a finales ese año en casa de Tomás David Rodríguez, se tomó el acuerdo de su creación y estructura, nombrándose a Genaro responsable en Vegas.
Posteriormente participó en la organización de las células, en la distribución de propaganda, realización de sabotajes y recogida de armas. Hace circular el folleto la Historia me Absolverá y los Manifiestos No. 1 y No. 2. También lo hizo de manera activa en la Huelga del 9 de abril.
Sufrió prisión junto a Miguel Sotolongo y Guillermo Elizalde. Se incluye entre los organizadores del plan de apoyo al Desembarco del Granma, en coordinación con el grupo de San Nicolás.
Al triunfar la Revolución en 1959, regresó a Cuba y ocupó diferentes responsabilidades en el Partido y el Gobierno, en la provincia de La Habana. Fue fundador del Partido Comunista de Cuba, de las Milicias y de los CDR. Por los méritos ante la Patria recibió numerosas condecoraciones y distinciones. Falleció a los 80 años de edad. (LHS)