Vegas, en Nueva Paz, lo vio nacer a Orbeín Hernández Díaz el 23 de marzo de 1931, pero con nueve años de edad se traslada a Madruga. Combatiente destacado de las luchas revolucionarias, participante del asalto al Cuartel Moncada.
Sus primeros estudios se interrumpieron a causa de los problemas económicos familiares que lo obligaron a incorporarse a la vida laboral, junto a su padre, desde la edad de 12 años.
En 1949 se dedica al servicio de audio para las actividades de la época, ya para ese entonces se conoce su afiliación a la ortodoxia y en 1950 es elegido presidente de la sección juvenil de esta agrupación en el entonces municipio de Madruga.
Desde 1946 se había iniciado en la práctica del pugilismo y simultáneamente jugaba béisbol. Por su carácter jovial y sencillo gozaba del afecto y el respeto de sus contemporáneos.
Al producirse el golpe de estado del 10 de marzo de 1952, reunió de inmediato a la dirección de la juventud ortodoxa para discutir un plan de acción contra el golpe. Pintó consignas a la vez que por debajo de las puertas dejaban caer proclamas de condena al golpe.
A partir de entonces dedicaría todas sus fuerzas a combatir al régimen. En 1952 por mediación de Boris Luís Santa Coloma integra el grupo que por iniciativa de se preparaba para llevar a cabo una acción armada, razón por la que el 26 de julio de 1953 figura entre la juventud que llevó a cabo el asalto al Cuartel Moncada.
Una vez fracasada la acción logró salir con vida y regresa a Madruga. En unión a otros conspiradores reafirmar su decisión de continuar la lucha. Junto con José Valmaña, Haydée Santamaría y Melba Hernández participó en la recogida de fondos para el Movimiento 26 de Julio y en la impresión clandestina de La historia me Absolverá.
En 1955, una vez liberado Fidel y los demás combatientes entabla contacto con ellos y funda del Movimiento 26 de julio en Madruga. Participa en la obtención de fondos y se planifican las primeras acciones de apoyo al desembarco del Granma.
En 1957 fue designado Jefe de Acción y Sabotaje en los municipios del interior de La Habana, tuvo que ver con la preparación de la huelga del 9 de abril por lo que fue detenido y conducido a la 7ma Estación de Policía, donde fue torturado salvajemente.
Incorporado a la acción y completamente asediado para matarlo la dirección del Movimiento determinó que se asilase en la embajada de Venezuela. Fueron múltiples los intentos por de incorporarse a la lucha guerrillera que se libraba en la Isla, razón por lo que se traslada a Haití. Desde allí intentó venir en una expedición a la Sierra Maestra, resultó infructuoso por lo que debió de regresar a Venezuela donde se encontraba cuando triunfa la Revolución.
Ocupó importantes responsabilidades. Aún aquejado de una cruel enfermedad laboró en unión de su compañera de lucha Melba Hernández en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos. Murió en La Habana el 30 de julio de 1985. (LHS)