Mayabeque, Cuba: En Mayabeque conviven diferentes manifestaciones musicales, sobresaliendo el punto cubano como paradigma de la cultura e identidad campesina en la región.
Los once municipios que conforman la provincia cuentan con una larga tradición de este género, evidenciada a través de sus numerosos poetas improvisadores, tonadistas y músicos.
Según declaraciones de Aramís Padilla, destacado joven cultor de la espinela, la demarcación históricamente siempre ha aportado a la identidad nacional a través de la música campesina y es interminable la cantidad de repentistas que ha dado esta tierra, punta de lanza en cuanto a las tradiciones locales.
“Pero es preocupante hoy dos cosas en la identidad de la provincia, añade Padilla, los guateques han emigrado a las ciudades, desventaja que a corto o largo plazo repercute, porque se ha ido de la raíz local y requiere de un trabajo incluso hasta científico para devolver los guateque al campo”.
“Lo otro es la búsqueda de nuevos valores en cuanto a la parte musical –se refiere el poeta- hay que trabajar en nuevos tocadores, la Casa de la Décima realiza un esfuerzo enorme en la formación de nuevos músicos, pero aun así existe carencia en las actividades campesinas”.
La destacada poeta Anamaris Gil también dio sus valoraciones en cuanto al peso que tiene hoy el punto cubano en la identidad de Mayabeque.
Para esta trabajadora ejemplar de la Casa de la Décima de Mayabeque, el objetivo principal de la institución además de la defensa de las tradiciones campesinas es la formación de las nuevas generaciones.
El trabajo con niños y jóvenes se incrementa mediante los talleres de repentismo y acompañamiento musical de la décima para dejar el relevo que defienda las tradiciones e identidad campesinas del territorio.
Se suma a la conversación Héctor Gutiérrez, destacado poeta de la provincia y el país. Para él hablar del punto cubano hoy es identidad, rasgo característico de Mayabeque tierra pródiga de improvisadores, figuras descollantes del género.
Gutiérrez se refiere al poeta como un comunicador social, ya que procura poesía al instante, es una forma de trasmitir historias, sentimientos, mensajes educativos que ayudan actualmente al alma de las personas en el amor hacia la tierra, el campo, la sociedad, y él se siente orgulloso de ser parte de ese movimiento cultural.