Mayabeque, Cuba: Detrás de la sonrisa de los niños del Círculo Infantil Rayitos de Sol, de Jaruco están las educadoras, un colectivo integrado por experimentadas y noveles a las que se suma Darelis García Brito, una alumna de la escuela pedagógica Pedro Albizu Campos, quien realiza allí su práctica laboral.
Darelis confesó su amor desde temprana edad por la profesión, por los niños, de ahí su decisión a estudiar la carrera de Educación Infantil. “Es un trabajo muy delicado, se debe tratar a los pequeños con amabilidad y tener mucha paciencia”, agregó.
Con el fin de preparar a la futura educadora, las más experimentadas confeccionan un grupo de actividades para que los infantes se familiaricen con la nueva seño.
Llegó como estudiante y participa en todas las actividades del centro con los niños, estableciendo contacto directo con ellos para adquirir experiencia y conocimientos sobre el trabajo como educadora.
Allí puede aprender sobre el cariño, amor y respeto hacia ellos al participar en distintas actividades. También colabora en la elaboración de medios de enseñanza. Observa cómo se lleva a cabo el proceso de alimentación y aseo. Así adquiere la experiencia necesaria para su futura labor como educadora.
La estancia de niños y niñas en los círculos infantiles, más allá de las posibilidades de cuidado para la familia trabajadora, son garantías para desarrollar habilidades y estimular las potencialidades de los infantes. (IVP)