Mayabeque, Cuba: Al recorrer los portales de las Cuatro esquinas de Jaruco una mesa destaca por los tonos verdes y marrones de sus colores. Con manos firmes y amplios conocimientos, el jaruqueño Julio Lirio ofrece alternativas para curar el alma y el cuerpo.
“Comencé a trabajar en la farmacia en el año 59. Desde entonces, se han utilizado extractos o concentrados de plantas. Siempre salgo los lunes para recolectar hierbas frescas y trabajo de martes a sábado, desde las nueve de la mañana hasta las 12:30 del mediodía. Soy técnico de farmacia y trabajé durante 50 años en la farmacia de Jaruco. Una colega me dio la idea de elaborar estos productos y llevamos un mes en esto, con el objetivo de seguir sirviendo a la población.”
Una amplia variedad de plantas muestra este farmacéutico jubilado desde el 2005, para quien la naturaleza no tiene secretos a la hora de elegir la cura ideal.
“Contamos con manzanilla, zarza parrilla, mastuerzo, árnica, caña santa. Estos son beneficiosos para los riñones, el catarro y el árnica también tiene propiedades antiinflamatorias. La caña santa ayuda a bajar la presión arterial y la zarza parrilla actúa como diurético y mejora la circulación. También contamos con flor de majagua, que es útil para el catarro, y la pasiflora, que tiene efecto sedante. Esta última se puede combinar con tilo y manzanilla, que son digestivos. También disponemos de doradilla, que es un depurativo para el hígado”.
Aprovechar las bondades de la medicina verde no es algo nuevo. Sin embargo, siempre se agradece a aquellos que, como Julio, cultivan su conocimiento y enseñan a las nuevas generaciones. (IVP)