El policlínico con servicios hospitalarios Alberto Fernández Valdés de Santa Cruz del Norte, en Mayabeque, comienza a transformarse gracias, por sobre todas las cosas, a la solidaridad horizontal y la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). ¿De qué se trata? Pues de muchas manos aportando algo que beneficia a todos y de la contribución de las empresas al bienestar de la comunidad.
Historia y salitre
Cuando la santacruceña Ana Belkis Rodríguez Campoalegre recibía su título de Enfermera, se inauguraba esta institución de la Salud Pública en su ciudad natal, donde trabaja hasta hoy. Corría el año 1987 y se cumplía así una aspiración de la ciudadanía y del gobierno local. Pero al construirse sus instalaciones a tan solo unos metros del borde del litoral, el inmueble comenzó a sufrir por la mordida del salitre, el viento marino, la arena.
En el año 2000 se acometió el primer mantenimiento de importancia, enfocado básicamente en la carpintería. Mientras tanto, la erosión carcomía el hormigón hasta dejar al descubierto el esqueleto de acero en muchas partes, y también, pasaba factura al revestimiento de las paredes y columnas. Con menos de 20 años, el edificio había envejecido de manera prematura, de modo que, para ese momento, algunas áreas debieron cerrarse y otras, aunque en uso, como la farmacia, mostraban un deterioro avanzado.
Se subrayaba en la agenda política y en la agenda pública de Santa Cruz del Norte la necesidad de mejorar la situación estructural, antes descrita, de un policlínico que luego fue clave en el enfrentamiento del Covid-19 y donde, a pesar de las circunstancias, se han mantenido vitales cerca de una veintena de servicios de la Atención Primaria y Secundaria de Salud, que benefician a más de 30 mil personas de la municipalidad.
El 2023 llegó con los bolsillos vacíos. Y el Alberto Fernández, donde también se encuentra la Mesa coordinadora de la Central de Ambulancias de la provincia, necesitaba millones para ser rescatado. Es entonces cuando entran a jugar su papel la Responsabilidad Social Empresarial de las diferentes empresas y organismos del norteño municipio de Mayabeque, convocadas por el Partido y el Gobierno.
Solidaridad y compromiso empresarial
Ante la urgencia de renovar la emblemática institución sanitaria, la Empresa de Perforación y Extracción de Petróleo (EPEPO) destina este año 12 millones de pesos de sus utilidades para reparar la Sala de Medicina, impermeabilizar el Instituto Preuniversitario Urbano del municipio y reconstruir las escaleras y la red hidrosanitaria de un edificio multifamiliar. Ya comenzaron las acciones constructivas en el policlínico
La Planta Energas inició los trabajos en la Sala de Ginecología y, además, reparan las camas rotas de esta área y los equipos de climatización del Laboratorio de Microbiología. La Unidad Empresarial de Base de Servicios Integrales Occidente dispuso mano de obra y recursos materiales para reformar el laboratorio clínico y los departamentos de Ortopedia, Ultrasonido y Banco de sangre. También están en acción.
La empresa Las lomas, se encargará del Cuerpo de guardia; la fábrica de levadura seca y fermentos (Lefersa) del sociadministrativo y la farmacia; en tanto la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Aguas del oeste, renovará la red hidrosanitaria de forma tal, que el líquido llegue a todas las dependencias del hospital.
Por su parte, la Ronera Santa Cruz, mejorará el estado constructivo de las áreas dedicadas a los servicios pediátricos y la Empresa extrahotelera Palmares remozará la Sala de Rehabilitación Integral.
La lección
Lo que está ocurriendo en estos momentos en el Policlínico de Santa Cruz del Norte, fundado hace 36 años, es un ejemplo de cómo se manifiesta en la vida real ese concepto ético-filosófico de la solidaridad horizontal, muy debatido en los últimos tiempos y que habla de dar, no como asistencia o caridad, sino más bien como muestra de respeto y de amor hacia los demás.
En este caso y pese al contexto económico y financiero adverso que padecen las empresas en todo el país, la Responsabilidad Social Empresarial comienza a traducirse en un bienestar que impacta a toda la sociedad. Si logran materializarse los compromisos de las empresas involucradas, esta obra será un referente para proyectos venideros en Mayabeque.
En ello confía la enfermera Ana Belkis, quien se desempeña como subdirectora de Higiene en la institución. Ella sigue atentamente la reparación del falso techo en la sala de Ginecología, observa las nuevas luminarias y tomacorrientes instalados y se alegra por las paredes que curan con cemento y arena los obreros; mientras acompaña el renacer del edificio donde estrenó la bata blanca y la cofia y donde seguirá sirviendo a la Medicina y a su gente. (rda)