Ya Ada descansa, bastaron tres palabras para confirmar lo que no por esperado, tras meses de duro batallar, dejó de ser dolorosamente cierto y triste.
Madruga pierde a una de sus hijas más dignas y querida Ada Alejo Valdés.
El cinco de Mayo de 2023 en ocasión del 220 años de la fundación de Madruga Ada recibió la distinción Flor de Copey representativa del pueblo y entregada a nombre suyo por la Asamblea Municipal del Poder Popular.
Fue el último reconocimiento público y a su decir uno de los más importantes y emotivos de su vida por su significado.
Fue ese un acto justo de amor y respeto para la avileña de nacimiento y madruguense de corazón que llegó a esta tierra siendo una joven y hoy en ella descansa para siempre.
A su llegada a este municipio ejerció como maestra en la escuela rural de Cayajabos, luego por quince años dirigió la Federación de Mujeres Cubanas enalteciendo el rol de la mujer dentro de la sociedad.
Después por 35 años fue directora de la Casa de Cultura José Urfe de Madruga, allí su huella imborrable es ejemplo hoy para las nuevas generaciones en la defensa de las tradiciones y la identidad local y nacional.
Constancia, entusiasmo y optimismo revelaron su alma de incansable luchadora.
Merecedora de la condición de vanguardia nacional del sector de la cultura, la medalla 23 de agosto y otros muchos reconocimientos que avalan sus méritos y destacada trayectoria.
Qué vida la suya para ser útil, que fácil hablar de esta mujer cubanísima y que difícil al mismo tiempo encontrar las palabras precisas para describir su grandeza.
Madruga agradece haber podido contar con su presencia y enseñanzas y ahora bastan también tres palabras Hasta Siempre Ada.
Décima de Adriana Fajardo
Me dicen que te despida,
Que ponga un verso en la voz,
Yo más que llorar tu adiós
Voy a celebrar tu vida.
Tu nombre y la despedida
No se mezclan en el puente,
Yo me pregunto, inocente,
¿A quién hizo tanto bien
se le dice adiós también?
¿O gracias, sencillamente?
Te digo gracias mejor,
Por los días sin dormir
Por tu don para insistir,
Por tu abundancia de amor,
Por tu entrega a la labor,
Por tu instinto maternal,
Tu liderazgo esencial,
Tu alma de “todo se puede”,
Tal vez algo se me quede,
Por eso, gracias igual.
Primero maestra fuiste,
Viviendo una vocación,
Luego en la federación
De las mujeres seguiste.
Hoy se mide lo que hiciste
En las huellas que dejaste,
Y la cultura que amaste
Te agradece en tus peldaños
Por los 35 años
De vida que le entregaste.
No Ada, no hay despedida,
Cada vez que un niño cante,
Y que tu sala de antes
Esté dulce y colorida,
Cada vez que alguien decida
Bailar con ritmo y locura,
Tu nombre de magia pura
Será una ventana abierta
Y tú entrarás por la puerta
De la casa de cultura