Caracas: La campaña electoral rumbo a las elecciones presidenciales en Venezuela cerró hoy esta semana con denuncias del oficialismo de planes concebidos por un sector opositor que ponen en riesgo su curso democrático.
En la medida que se acercan los días para la celebración de los comicios número 31 desde la llegada de la Revolución, se intensifican las acciones proselitistas de los 10 aspirantes como también las verdaderas intenciones de la extrema derecha y sus acólitos en el exterior.
La cruzada en marcha contra el proceso bolivariano llegará al paroxismo en la semana que resta al 28 de julio, al tratarse de un plan bien orquestado en el que la llamada oposición fascista y de los apellidos se victimiza a través de las redes sociales y medios de comunicación internacionales.
El presidente Nicolás Maduro, candidato del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, que agrupa a las fuerzas revolucionarias y chavistas, alertó sobre lo que podría ocurrir si el pueblo se deja engañar, a la par de llamar la atención sobre los planes de la oposición representada en la Plataforma Unitaria Democrática.
La extrema derecha venezolana “está buscando una hecatombe, una tragedia, algo fuerte que cambie el curso de lo que va ocurrir el 28 de julio”, dijo Maduro en un acto de campaña en el poblado de San Félix, estado de Bolívar (centro).
Esta advertencia está dirigida al accionar violento de ese considerado minúsculo sector de provocar una situación crítica, como ya fue revelado de intentar derribar un puente estratégico o sabotear el sistema eléctrico que apague al país o amplias regiones para causar malestar e incidir en el voto.
El actual mandatario -que va por su reelección y tercer mandato consecutivo- previno en otra concentración ante sus seguidores en el municipio Iribarren, Barquisimeto, estado de Lara (noroeste), que en Venezuela “podría venir un baño de sangre y una guerra civil”, si la derecha fascista logra engañar a la población.
Lo que suceda el 28 de julio determinará si va a ver paz y estabilidad en los próximos años o “Venezuela entrará en una espiral de violencia, de desestabilización y una guerra civil”, porque esa oposición está imbuida en el odio, el deseo de venganza, racismo y desprecio al pueblo.
Retrocedemos y somos una colonia o seguimos siendo una patria libre y soberana, llega el capitalismo salvaje o seguimos construyendo nuestro modelo humanista y liberador, cristiano y bolivariano, afirmó.
Del 28 de julio dependerá “si nos convierten en vasallos y esclavos de una oligarquía caraqueña de los apellidos, racista y excluyente o seguimos siendo un pueblo libre, enérgico con su propia cultura y forma de expresarse», remarcó.
A juicio del jefe de estado bolivariano, dentro de ocho días Venezuela tendrá la disyuntiva de ser una “República independiente o nos convertimos en una colonia gringa”.
Ante las amenazas de dentro y de fuera de hacer retroceder la Revolución iniciada por Hugo Chávez (1954-2013), Maduro ratificó que somos una fuerza y un Poder Popular en cada calle y comunidad, pero “también somos un poder militar y policial, y la unión cívico militar no se va a dejar quitar esta patria”.
Relevante resultó en la semana el encuentro del pretendiente del Gran Polo Patriótico con los líderes de la oposición que se declararon independientes y apoyaron su candidatura.
Más allá de las posiciones ideológicas encontradas, la cita en el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno, demostró la posibilidad de trabajar en conjunto por el bien del país con algunas peticiones que se hicieron y que el mandatario accedió, para elevar la calidad de vida del pueblo.
Todos, de una manera u otra, ratificaron su compromiso de trabajar por una nación mejor, en paz, unidad, en prosperidad y con visión de futuro.
“Nosotros lo que queremos es trabajar por nuestro país, por nuestra patria, por el amor a Venezuela”, manifestó la alcaldesa del municipio Juan Germán Roscio, San Juan de los Morros, en el estado de Guárico (centro norte), Sulme Ávila.
En tanto el político del partido Acción Democrática Carlos Prosperi, denunció que si él mismo ha sido víctima de atropello por sus partidarios políticos, “qué quedará para las demás personas”; pues hay una pequeña oposición que “pareciera quieren seguir siendo oposición para seguir lucrándose”.
“Donde esté la paz vamos a estar, porque tenemos la convicción de que el país continuará en buenas manos”, aseveró.
Si bien la pugna por la presidencia se intensifica a una semana de las presidenciales, los datos revelados ayer por el jefe del Comando de Campaña Venezuela Nuestra Siglo XXI, Jorge Rodríguez, proporcionan una presumible victoria al oficialismo, aunque la derecha extrema dice tener también la posibilidad del triunfo.
Rodríguez mostró a la prensa instrumentos de medición publicados en los dos últimos meses como encuestas y otros estudios de opinión que coinciden y dan a Nicolás Maduro entre 15 y 20 puntos de ventaja por encima de los otros nueve aspirantes. (PL) (rda)