Las enfermedades diarreicas en Cuba son más frecuentes durante el verano debido al clima, que favorece la diseminación de las bacterias causantes.
A pesar de que julio y agosto ya pasaron, el calor persiste y si a esto se suman las lluvias frecuentes, la existencia de salideros en las tuberías y la necesidad de almacenar agua por varios días en tanques y cisternas, debido a los prolongados ciclos de bombeo en Jaruco, se crean condiciones propicias para episodios de diarrea en los hogares.
En este contexto, es crucial no permitir que nos afecten estas molestias estomacales típicas de la estación, especialmente considerando la histórica alza de casos de dengue y otras arbovirosis en el municipio, lo que también debe encender la alerta familiar. Beber agua segura es fundamental para prevenir infecciones de transmisión hídrica.
Esto se puede lograr hirviendo el agua durante un minuto y luego almacenándola en recipientes limpios. Otra opción es utilizar desinfectantes como el Desinclor, disponible en las farmacias del municipio. Este producto, presentado en tabletas efervescentes de cloro, ha demostrado ser efectivo y seguro para desinfectar agua en solo treinta minutos. Desarrollado y producido en Cuba por el Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos, cuenta con registro sanitario del Instituto Nacional de Higiene Epidemiología y Microbiología.
El Desinclor no solo es útil para prevenir enfermedades diarreicas agudas, sino también la hepatitis viral tipo A, ambas relacionadas con la calidad del agua. Su eficacia es comparable a la del hipoclorito de sodio; sin embargo, su durabilidad es superior: mientras el hipoclorito pierde efectividad a los treinta días, el Desinclor mantiene sus propiedades por más de un año sin alterar las características organolépticas del agua (olor, sabor y transparencia).
Al disolverse en agua, cada tableta proporciona una dosis adecuada para beber y para desinfectar frutas, verduras, utensilios e instrumental de cocina. A pesar de su costo elevado trescientos pesos por un frasco de ciento ochenta tabletas, su uso es una inversión valiosa para una familia promedio durante seis meses.
En medio de dificultades y escasez de medicamentos, educar a nuestra familia sobre salud es esencial. Como dijo José Martí: “En Prever está el arte de salvar”, una frase que cobra relevancia hoy más que nunca. (IVP)