Mayabeque, Cuba: Niños y adolescentes de Mayabeque con trastornos del espectro autista reciben atención médica integral por parte de un equipo multidisciplinario que brinda servicios médicos para la detección precoz, diagnóstico e intervención temprana a problemas del neurodesarrollo.
“Recibimos niños de toda la provincia de Mayabeque, ya sea remitido por especialistas en Medicina General Integral (MGI) es decir, los médicos de atención primaria, pediatras u otros profesionales que valoran a los niños que les preocupa algo de su neurodesarrollo”.
“En este proceso también intervienen los trabajadores del sector de la educación por estar muy vinculados a los infantes en edad escolar”.
La doctora Ana Delia Sánchez Suárez, especialista en psiquiatría infantil y de medicina integral, precisa que mientras más precoz sea la intervención es más inmediata la evolución y el pronóstico del niño debe ser mucho mejor.
Ante la interrogante sobre cuáles son los síntomas, precisó que hay una serie de alteraciones.
“Para nosotros poder hablar de trastorno de neurodesarrollo, específicamente el trastorno del espectro autista, tienen que cumplir tres pautas fundamentales. Desafíos o alteraciones en relación a la comunicación y a la interacción social. Es decir, niños que tienen que tener un retraso en el lenguaje o alteraciones en su lenguaje, ya sea expresivo o comprensivo. Otra de las pautas son alteraciones en la socialización, es decir, dificultades en la interacción social. Y por último, la presencia de movimientos estereotipados, conductas repetitivas o restringidas, además de otros síntomas que también pueden evidenciar”.
El Doctor Carlos Manuel Rodríguez Aguiar, especialista en psiquiatría infantil juvenil explicó que la familia juega un papel fundamental. “Siempre decimos que el trabajo debe ser no solo en equipo, no solo multidisciplinario, sino también con la asunción central de la familia para reforzar todas aquellas estrategias psicoeducativas que son importantes para el buen desarrollo del niño e insertarlo a la vida social”.
Destacó la importancia de mantener unidos al trabajo psicopedagógico del maestro en la escuela y reforzado por la labor de la familia, es central para la evolución y el pronóstico favorable de este niño. Generalmente es más frecuente en el varón que en la niña. En una proporción de 4 a 1, es decir, cada 4 varones podemos ver una niña autista. Es frecuente y hoy en día se plantea que de 44 nacimientos un niño es autista. (rda)