Bufetes colectivos: un acompañamiento indispensable

Mayabeque, Cuba: El 22 de enero de 1965, el Ministerio de Justicia promulgó la Resolución Número: 18, que disponía la constitución del primer Bufete Colectivo. Años más tarde, en junio de 1988, el Decreto Ley 81 dio origen a la Organización Nacional de Bufetes Colectivos (ONBC) y reguló el ejercicio de la abogacía en Cuba.

60 años después continúa su misión de propiciar que la población de todo el país disfrute del acceso a múltiples servicios legales. La creación de los bufetes colectivos no solo representó una obra social sino una oportunidad para abogados comprometidos con la lucha por una justicia accesible y equitativa.

Así lo siente Odalis Sarza Estupiñán, quien reúne la profesionalidad, integridad y compromiso que caracteriza a la ONBC Mayabeque. Odalis acopia más de 30 años de experiencia en esta organización, sin embargo mantiene la misma vocación social que la motivó a comenzar sus estudios.

“La carrera de derecho siempre fue de mi interés, porque permite jugar, por así decirlo, con los conceptos de justicia, en cualquier especialidad, tribunal, fiscalía, abogado, asesoría; siempre admite realizarte en ese entorno social, el cual tiene que ver con la defensoría de los intereses, privados o colectivos”.

“Yo siempre fui una muchacha que estuve muy vinculada a las inquietudes sociales y la representación de derechos de los demás y eso tenía que ver un poco con mi personalidad. Decidí estudiar la carrera  y me gradué en el año 1988, en la Universidad de La Habana”.

“Después opté por pertenecer a la fiscalía, estuve tres años, durante el cumplimiento del servicio social. Trabajé fundamentalmente en verificaciones fiscales y puedo decir que le debo mi formación sobre temas económicos a la fiscalía”.

Recuerda cómo trabajó en asesoría jurídica durante unos meses y luego se incorpora, en los años 90, a Bufete Colectivo. “Desde ese momento y hasta la actualidad me he desempeñado fundamentalmente en la esfera de asuntos penales, que tiene que ver con la representación y defensoría en conflictos jurídico penales”.

“La ONBC se ha ganado el derecho de posicionarse como una entidad absolutamente representativa de los intereses de los individuos y en materia de resolución de conflictos jurídicos. La tarea de nosotros es de acompañamiento, asesoría, representación y defensoría; el abogado es la mano derecha, por así decirlo, que acompaña al individuo, sometido a determinado proceso, en cualquier rama del derecho”.

Odalis afirma que en más de 30 años de desempeño, se ha mantenido estudiando constantemente y agradece a la organización tener en el centro de sus intereses el desarrollo profesional de sus miembros a la par del ejercicio práctico. “Eso me dio la posibilidad de pasar determinadas especializaciones e incluso participar en eventos importantes que se han realizado en el país”.

“Doy gracias a ser abogada, es lo que más me gusta y creo que lo volvería a hacer. Tenemos trabajos muy difíciles, pero es una tarea que hacemos todos los días confiando en la justicia y sobre todo en la sapiencia de que a pesar de los intereses sociales, el interés del hombre como centro de los conflictos también se tiene en cuenta y es algo que nosotros hacemos con mucho agrado”.

Su vasta trayectoria se ve reflejada en el ámbito familiar “mi única hija se graduó de derecho, mi esposo y mi yerno son abogados también”.

“Nosotros conformamos una familia donde todos nos hemos dedicado al estudio del derecho, felizmente y eso es algo que nos da satisfacción. Hay personas que tienen cualidades que están dirigidas a una determina profesión; en mi casa no sé si son cualidades o una incidencia indirecta, pero el caso es que la mayoría somos abogados y eso nos da la posibilidad de una mayor comprensión porque es un trabajo muy sacrificado”.

Su dedicación y entrega la han hecho merecedora de varios reconocimientos durante su carrera. Entre ellas ostenta la Toga de Honor, la medalla 50 aniversario de la ONBC y próximamente la del 60 aniversario de dicha organización.

“Pero lo más importante es el honor de pertenecer a la ONBC, que es prestigiosa y está distinguida en todo el país como un acompañamiento indispensable. Ninguna vida del ciudadano cubano debería estar fuera de la presencia de un abogado asesorándolo, guiándolo, representándolo, y esa es nuestra función”.

“Ya estoy en período de jubilación, si puedo me jubilo y me recontrato porque si Dios me permite es lo que haré hasta el último de mis días. Para mí ha sido una gracia, creo que si hay un término que es absoluto es el haber sido bendecida con la dicha de poder pertenecer a Bufetes Colectivos, es mi realización personal”. (rda)

Foto: Lisandra Ramírez

Laymara Alfonso Guedes