El Parque Escaleras de Jaruco vuelve a ser noticia y no sólo porque se renuevan sus instalaciones al calor de un ambicioso proyecto inversionista liderado por el Grupo Hotelero Gran Caribe. Este sitio de fascinante belleza enclavado en Mayabeque y que al decir del propio ministro de Turismo de Cuba, Juan Carlos García Granda, “no tiene nada que envidiarle al Valle de Viñales”, tendrá por primera vez conectividad.
¿Por qué garantizar este tipo de servicio de comunicación precisamente ahora?
Es que, en su nuevo diseño, concibe el pago de los servicios por medio de una manilla inteligente que se le entregará al visitante. Según el director general del Parque, Jorge Armando Gutiérrez Sánchez, esto permitirá descontar paulatinamente lo que este consuma a partir de un depósito inicial que deberá hacer a su llegada en el Centro de Recepción, un local ya acondicionado en el antiguo restaurante El Criollo, que vale la pena recordar, fue el primer establecimiento construido en el Parque en la década de los años 70 del pasado siglo.
Para materializar la idea, desde hace pocas semanas especialistas y linieros de Etecsa crean el soporte técnico que permitirá a los futuros visitantes el acceso a la conectividad.
“Tiene que haber una red potente para la transmisión de datos”, dijo el ingeniero Yusdel Domínguez Rizo, jefe del Departamento de Inversiones de la División Territorial de Etecsa.
“Aunque está prevista una inversión a largo plazo con la instalación de una red de fibra óptica que abarque la totalidad de los establecimientos, lo inmediato y provisional es el montaje de un radio enlace”, apuntó.
El lugar elegido para instalar una de las terminales de telecomunicaciones es el antiguo mirador La Atalaya, en los alrededores del restaurante La Roca.
Aunque se trata de un montaje rápido y sencillo, llevar hasta allí los dispositivos que conforman este tipo de tecnología de comunicación inalámbrica no fue tarea fácil, debido a las irregularidades del terreno. Para vencer esa altura, tuvieron antes que desenmarañar un sendero muy empinado donde hoy se pueden ver unos escalones de piedra que años atrás permitieron el ascenso a cientos de curiosos, ávidos por contemplar el techo verde de un paraje, digno de los pinceles. Desde esa altura admiramos los mogotes y adivinamos en sus cuevas y su floresta las especies endémicas de plantas y animales, apreciados por los ecologistas y otros amantes de la naturaleza.
Nuestro equipo, junto al joven ingeniero que guía paso a paso la obra, escaló hasta el lugar donde se conserva parte de la estructura del mirador. Allí pudimos ver lo hecho hasta ese momento. “Ya hay energía en el lugar gracias a la labor conjunta con la Empresa Eléctrica. Y tenemos aquí un sistema de tierra que protegerá equipamiento instalado de las descargas eléctricas y otras eventualidades climatológicas”, precisó.
A partir de esos soportes se instaló un cable de fibra óptica que baja hasta el Centro de Visitantes, donde se emplazará el nodo principal en los próximos días.
En las labores para lograr la conectividad en el Parque Escaleras participará asimismo, el Grupo de Electrónica para el Turismo (GET), e incluye el diseño de una red GPON, tecnología que permite transmitir grandes cantidades de datos a largas distancias sin pérdida de velocidad y con bajo consumo de energía (servicios de voz, datos y TV).
Una vez concluidos estos trabajos, confiamos en que los teléfonos celulares y otros dispositivos inteligentes puedan cumplir su cometido. Tal vez así, la hermosura del Parque Escaleras de Jaruco y del Paisaje Natural Protegido donde está enclavado se disemine por Cuba y el mundo.
La aspiración de los administrativos y gestores es abrir el Parque en el verano, pero todavía falta por hacer y no sólo en materia de telecomunicaciones. Para transformar este sitio en uno de los destinos de naturaleza más atractivos para el turismo nacional e internacional de Mayabeque, quedan instalaciones por rescatar y nuevos espacios de esparcimiento por crear. Igualmente, se invierte en el mejoramiento de los viales de acceso, la distribución de agua, el sistema de transportación y muchísimos detalles más. Este es, sin dudas, un gran proyecto de Gran Caribe y de la industria hotelera cubana, pero por sobre todas las cosas es el sueño de la población de Jaruco y de los mayabequenses que, como yo, conservan gratísimos recuerdos de un paraíso natural que nada tiene que envidiarle a Viñales, como acertó García Granda. (rda)
