Día de los Padres.

Mayabeque, Cuba: La frase, tú eres mi confianza y la mano puesta en mi cabeza eran la mayor muestra objetiva del cariño de mi padre , sin embargo, él era un pozo de amor, de esos que aunque parecieran insondables , allí, desde sus profundidades fluía el amor incondicional e inmenso a nosotros sus hijos y a mi madre.

Sentimiento traducido en desvelo silencioso pero perenne, ese que lo mantenía frente a un timón en un diario y agotador recorrido de 363 kilómetros desde mi pueblo natal, Arroyos de Mantua, el ultimo al norte de Pinar del Rio, hasta la cabecera provincial de donde regresaba en las noches, con los ojos cansados de tantas horas pendiente de la carretera sinuosa y solitaria.

Recuerdo las noches de fiel espera junto a mi madre, que no lograba llevarme a la cama sin antes recibirlo , no importaba que en aquellas ocasiones en que arribaba más tarde por cualquier contingencia en el camino, me mirara con el entrecejo fruncido y me dijera ¿y tú que haces despierta todavía?

Entonces mi abrazaba a su cintura y recibía el peso de su mano amorosa en mi cabeza…_ bueno, está bien …que sea la última vez, porque mañana hay que levantarse temprano para ir a la escuela… y yo feliz , luego del pequeño regaño, le acompañaba a parquear la guagua y regresaba a la casa sobre sus hombros y las manos ocupadas con las acostumbradas golosinas , queques ,pirulies, galleticas…

Soy lo que soy gracias a mi padre… _ Tú si puedes, me decía mirándome a los ojos en momentos de duda y flaqueza y toda la fuerza del mundo me impulsaba en el empeño

Mis ansias de superación, el propósito de ser cada día mejor persona, el desvelo por mis hijos, el amor a mi madre, el ser humano que soy, forman parte de su legado y la forma que he encontrado para continuar siendo merecedora, ayer, hoy y siempre de ser su confianza. (YDG)

Olga Lidia Gómez Ramos

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