Mayabeque, Cuba: La agricultura tiene aún una deuda pendiente con la economía nacional y es el momento de saldarla, pues como se ha dicho la pandemia de la Covid-19 es una crisis sanitaria mundial con gran incidencia en todos los ámbitos.
Para Cuba y no es retórica la problemática se agudiza por el genocida bloqueo de los Estados Unidos contra nuestro país y en medio del ya complejo escenario hay que desatar las fuerzas productivas.
Desterrar la mentalidad importadora no es ahora un llamado, es una exigencia que demanda ingenio, explotar al máximo las potencialidades existentes, generalizar el pago por resultados y ponderar el encadenamiento productivo.
Vamos a tener y se ha dicho lo que seamos capaces de hacer, esto es un desafío enorme para la agricultura y para todos los decisores que tienen la responsabilidad de garantizar el bienestar del pueblo a todos los niveles.
No hay alternativas, urge hacer producir más y mejor la tierra, incentivar la agricultura urbana y sub-urbana, así como velar por el uso eficiente de las áreas entregadas en usufructo.
Hay muchas experiencias y avances en el desarrollo de la agricultura, pero aún no lo suficiente, sino el país no tendría que importar cada año alimentos equivalentes a millones de dólares, eso tiene que cambiar por el bien económico de la nación y por las exigencias del escenario internacional.
La soberanía alimentaria es una cuestión de seguridad nacional que no admite dilaciones. (BSH)