Entrevista con Michael González Ventura, director del equipo de béisbol Huracanes de Mayabeque.
Hace seis años comenzó a dirigir en las series provinciales primera categoría, su debut en estas funciones estuvo acompañado por un título en ese disputado play off ante Quivicán, todavía recuerdo aquel cuadrangular por el jardín izquierdo conectado por él en el séptimo capítulo, para sentenciar el campeonato.
Dirigir y jugar no es tarea fácil, pero la pasión de Michael González Ventura por el béisbol, no dejaba otra opción. Ahora parece seguro de abandonar guantes y bates como pelotero activo para dedicarse a encaminar el rumbo del Huracán.
¿No crees que debiste dirigir primero categorías inferiores a nivel nacional para llegar entonces a la pelota élite en Cuba?
“Creo que esas cosas no las puedes planificar, cuando llegan tienes dos opciones, yo decidí enfrentarla, tengo dos títulos en campeonatos provinciales y he participado como mánager en cuatro finales, además en los últimos seis años estuve como refuerzo de seis equipos en Cuba y eso me ayudará, porque compartí con grandes directores.
Esta función me gusta, sé que es complicado, soy el director más joven de la Serie Nacional, algo positivo es que salí de ese grupo, conozco a mis peloteros, cuento con un cuerpo de dirección muy capaz, entrenadores de base y otros con muchos años de experiencia en EIDE y ESPA, asumí esta tarea y lo voy hacer con mucha responsabilidad, entrega y compromiso”.
¿Satisfecho Michael con el equipo que conformó?
“Sí, el grupo se ajusta bastante a lo que diseñé desde el inicio de los entrenamientos, mantenemos la base del año anterior con una importante incorporación que es Denis Laza, además será el capitán del equipo, perdimos otro como Edaín Román, pero se suman al grupo jóvenes como Rafael Alejandro Fonseca, Marlon Vega, Randy Suárez y recuperamos a Richard Aguilera. Hay una mezcla de experiencia con juventud que puede dar buen resultado.”
¿Cuáles son las principales fortalezas y debilidades que tiene esta nómina?
“La defensa es la principal fortaleza de este conjunto, hace varios años nos ubicamos entre los cinco primeros del país en este importante departamento, en la ofensiva hemos mejorado mucho, el pasado año descendimos un poco, pero nos faltaron figuras importantes, para esta temporada también tendremos ausencias notables al bate, pero los que asumirán esa responsabilidad lo harán bien, estoy convencido.
La mayor debilidad es el picheo, tenemos estrategias diseñadas que queremos implementar, una de ellas es contar con 15 lanzadores en el equipo y otra definir sus funciones y no violarlas, para que cada uno cumpla con ellas. Se ha hecho un buen trabajo en esta área, con dos entrenadores muy dedicados y espero que se vea el fruto en la contienda”.
¿Cuál es tu propósito con esta nueva estructura de la Serie?
“Yo quiero clasificar entre los ocho, ese es el propósito y creemos que podemos, todos tienen esa misma meta, si cada uno hace su trabajo en el momento que le corresponde, si hay entrega, compromiso, disciplina, estoy convencido que clasificamos”.
¿Cuándo se retira Michael del béisbol activo?
“No será este año, pedí a las autoridades de la provincia que esperaran pasara esta situación con la COVID-19, porque quiero despedirme ante todos los que deseen decirme adiós como pelotero, ellos lo entendieron, así que el año que viene hablamos de eso”.
¿Eso deja una puerta abierta para regresar como jugador a los terrenos?
“No, ya no sigo jugando, me dedicaré a la dirección, tuve muchos años buenos, con rendimiento y sin embargo no me tuvieron en cuenta para equipos Cuba o preselecciones, me decepcioné bastante, nunca pensé dejar de jugar porque esta es mi vida, pero si resultaba contradictorio. Tal vez ahora como director, quien sabe, tenga ese reconocimiento que no tuve como pelotero, pero lo que si te aseguro es que no sigo en la pelota como jugador activo”.
Como cada uno de los que anteriormente estuvieron sentado en este puesto, Michael tendrá seguidores y detractores, un día será el mejor y al siguiente, según los fanáticos, el equipo perderá por una decisión suya, esa es la cuerda floja por la que transitan a diario los mánager, pero este melenero de solo 36 años de edad, asume el reto con total valentía, tal vez lo más complejo sea olvidar que ya no es el capitán de la nave, sino ahora su timonel.