De colosal proeza puede calificarse ya el trabajo de la ciencia cubana en el enfrentamiento a la Covid-19.
Nuestra comunidad científica pone el conocimiento en función de la salud, una premisa de la Cuba revolucionaria, solo que en esta ocasión en marcha contra el reloj y de frente a la muerte.
En estos meses los resultados han sido loables, tratamientos médicos cada vez más efectivos, reducción de los fallecidos y pacientes críticos y graves, alto por ciento de casos curados y prosiguen las investigaciones para reducir vulnerabilidades y prevenir a la población del virus. La vacuna Soberana-01que ya está en ensayo clínico es un ejemplo de ello.
El esfuerzo de nuestros científicos en medio de serias limitaciones y de los obstáculos que impone el bloqueo de los Estados Unidos recrudecido ante esta circunstancia hace más grande su hazaña.
Científicos que no se engañan con cantos de sirena, ni tienen precio, cubanos altamente comprometidos con su pueblo y con el principal derecho de uh ser humano que es la vida.
Eso es lo que convierte en grande a este pequeño país, su voluntad, su entrega, su fe en la victoria y su infinito amor por el ser humano. Cuba sigue dando lecciones al mundo. (IVP)