El pueblo de Cuba ha sido víctima durante décadas, de las acciones inescrupulosas y despiadadas del Imperialismo. Esos hechos quedaron marcados en la historia y laceraron las vidas de muchas familias.
Uno de esos actos es el atentado contra el vuelo 455 de Cubana de Aviación, proveniente de Guyana, que en su trayectoria hacia La Habana, realizó una escala en la Isla de Barbados.
El dolor y la desesperación de los familiares de las víctimas nunca fue superado a pesar de haber trascurrido 44 años del monstruoso crimen.
La victoria del Equipo Nacional Juvenil de Esgrima, que ganó el oro en el Campeonato Centroamericano y del Caribe, no pudo ser condecorada en su Patria. La alegría se apagó con el estallido de las dos bombas que destruyeron el aparato en pleno vuelo.
Desde entonces, cada 6 de octubre, se rememora aquel sanguinario atentado terrorista de manos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
En Barbados se erigió un monumento para honrar la memoria de las personas caídas. Nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz jamás olvidó esa fecha. En varias ocasiones visitó el lugar y se mantuvo en contacto con los familiares de las víctimas.
Durante el sepelio nuestro el líder histórico de la Revolución Cubana expresó: “No podemos decir que el dolor se comparte. El dolor se multiplica. Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen. ¡Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!”.
Los cubanos recordamos este día con dolor. En las escuelas, centros laborales, en nuestros barrios no se olvida la fecha y esta vez se recuerda cumpliendo con los protocolos establecidos a causa de la Covid-19.
El valor y los sentimientos de Fidel, acompañados del calor de nuestro pueblo herido, unido y firme, fue lo que sostuvo en pie a los familiares de las víctimas, quienes aún claman por Justicia. (IVP)
