Inicio de una guerra necesaria.

Mayabeque, Cuba: Para que la osadía de Carlos Manuel no quedara ahí, del otro lado de la Guerra de los Diez Años, y porque la libertad seguía siendo utopía y necesidad, en febrero de 1895 Cuba estuvo a pie de combate una vez más.

Las armas eran entonces la única forma efectiva de defender ideales y conquistar la independencia merecida. Por tanto, el 29 de enero de aquel año Martí firmaría la orden de alzamiento, en sincronización con los revolucionarios que desde la Isla entendían la urgencia del comienzo de las acciones.

Juan de Dios Barrios fue el encargado de llevar el documento a La Habana, con copias para Guillermón Moncada, Francisco Carrillo, entre otros, y a través de ellos, a los grupos de Oriente.

A pesar de que la historia reconoce las acciones del 24 de febrero de 1895 como Grito de Baire, por la labor revolucionaria llevada a cabo en ese terruño oriental, realmente aquel día las acciones fueron simultáneas en varios territorios del país, y en el documento de orden de alzamiento no se precisaba lugar.

Hoy, aún con el siglo XX de por medio entre aquel febrero glorioso y nuestros días, el espíritu altruista de los cubanos se mantiene en pie, la Revolución ya conquistada se levanta de entre sus propios hijos.

Los ideales de libertad y justicia de nuestros mambises permanecen en el hacer cotidiano, en la construcción de un país y en la salvaguarda de la historia. (YDG)

Maria Amalia Pérez

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