La COVID-19 nos ha cambiado drásticamente la vida, los seres humanos, que muchas veces  nos sentimos infalibles, hemos visto realmente cuan frágiles podemos ser ante un enemigo microscópico, que ha revolucionado al mundo.

Las cifras diarias de contagiados y fallecidos son cada vez mayores, sin embargo,  algunos todavía parecen no entender la gravedad del asunto y andan como si nada, en un verdadero ejercicio de estupidez suicida que asombra.

Es lamentable observar cómo la gente se aglomera, hace fiestas, no usa el nasobuco, y todo eso confiados porque  piensan que a ellos no les va a tocar.

Recientemente una amiga a quien el antígeno de superficie le dio positivo, me comentaba la incertidumbre que provoca la posibilidad de estar contagiado con la COVID-19.

Es cuando piensas en tus padres, tus hijos y en todo lo que no hiciste bien y que te llevó a esa situación, me decía.

Sin embargo, cuando ya pasó es tarde para lamentaciones, para pensar lo que debimos cumplir y violamos, como si nada.

El estado cubano hace un esfuerzo extraordinario para mantener la salud de la población, eroga millones de pesos para garantizar alimento y medicamentos en los centros de atención a sospechosos, contactos y positivos, pero de nada sirven estas acciones si no hacemos nosotros lo que nos corresponde.

Recuerda que la responsabilidad es el arma más efectiva con la que contamos para vencer a la COVID-19 y que a pesar de la intervención sanitaria con los candidatos vacunales cubanos debemos mantener las medidas sanitarias orientadas.

Solo así lograremos vencer entre todos a este enemigo microscópico  que ha cambiado la vida de todos en el mundo. (BSH)

Suli Mary Carrasco Fonte

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