En 2002 la Organización Internacional del Trabajo instituyó la fecha para poner en relieve la grave situación de los niños, niñas y adolescentes y concentrar la atención en las medidas para erradicar la explotación laboral.
En nuestro país los niños, niñas y adolescentes no sufren estas consecuencias pues durante estas edades su compromiso está directamente relacionado con los estudios, puesto que los cubanos disfrutamos de una educación gratuita, una de las grandes conquistas de la Revolución Cubana.
Desde edades tempranas los infantes de nuestro país, hijos de madres Trabajadoras tienen la posibilidad de acudir a los círculos infantiles donde se les educa y se les enseña a desarrollar sus capacidades para grados posteriores. La felicidad de los niños que acuden a estas instituciones se hace sentir.
En la actualidad, en otros países del mundo la crisis económica y laboral está centrada en el impacto de la crisis creada por la Covid-19 que influye en los medios de subsistencia de los adultos y empujan a miles de niños vulnerables al trabajo infantil.
En Cuba todos los infantes están exentos de todas estas contradicciones. La felicidad reina en sus vidas.(IVP)