Domingo Ramos Enríquez, artista destacado de la plástica en Cuba.

Porque se le conoce como el pintor del Valle de Viñales, hace sospechar a muchos que nació sobre esa zona del país, pero Domingo Ramos Enríquez  es natural de Güines, vio la luz en esta Villa el 6 de noviembre de 1894, con un brillo que le acompañó para siempre desde sus primeros años de instrucción en su tierra natal hasta convertirse en ícono del paisajismo cubano.

Realizó estudios artísticos en la Academia San Alejandro, de la que llegó a ser profesor y director. Amplió su formación en Europa, en España perteneció a la Academia de Ciencias y Artes de Cáliz.

En Cuba fue miembro de la Academia de Artes y Letras de La Habana.

Frente a los cuadros de Domingo Ramos se siente el olor de la campiña, los montes jurásicos cubiertos de palmeras, parcelas aradas, típicos bohíos, le definen igualmente como El pintor de los campos de Cuba, aunque también destacaron los paisajes marinos, hechos todo de luminoso colorido, técnica magistral e innovador pensamiento.

Merece reverencia su maestría, lienzos de grandes dimensiones, salidos de su sagaz pupila y laboriosas manos, adornaron la otrora Palacio Presidencial de Cuba, el Capitolio Nacional y otras importantes dependencias.

La Galería de Arte y el Museo Municipal de Güines conservan como un tesoro creaciones de Ramos, otras, se sabe, fueron generosamente cedidas por él.

Numerosos premios y medallas en salones y concursos de artes plásticas dentro y fuera de la isla validan la obra de quien sentó escuelas para dejar un inapreciable legado.  (BSH)

Nivia Palenzuela Páez

Periodista en Radio Mayabeque

Por Nivia Palenzuela Páez

Periodista en Radio Mayabeque

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