Al príncipe de la paz debe su nombre, una paloma símbolo universal de la concordia aparece en su Escudo. Nueva Paz es tierra de nobles, de gente pura y laboriosa.
Es un pueblo con sitios que eternizan la memoria, en la finca Santa Elena palpita aún la historia, su cañada de los quesos, de más de un siglo de existencia sabe de machetes en alto y de balas lanzadas para afinar la puntería.
Allí cayó el Teniente Coronel Mambí Herminio Rivera y fue insigne del municipio. Sesenta años después la intrepidez de un grupo de jóvenes se hizo dueña del lugar, entre ellos varios de la zona para ejecutar prácticas de tiro, asaltarían la segunda fortaleza militar del país.
En la finca Santa Elena nacieron las primeras estrofas de una vibrante marcha hacia un ideal, la libertad, la antesala del Moncada es hoy Monumento Nacional.
Tierra de agricultores por excelencia, Nueva Paz desarrolla su economía en los cultivos varios y la ganadería, con especialidad en la cría de búfalos.
Invita a contemplar su fachada original el casi centenario Hotel Louvre, ligado a los preparativos del Moncada al igual que su cercano paradero.
El Louvre luce todavía sus columnas anchas y sus techos de tejas francesas, el añejo lugar preserva aún el hechizo de sus primeros tiempos. (BSH)
Nivia Palenzuela Páez
Periodista en Radio Mayabeque
