Ernesto Guevara de la Serna dejó una estela de virtudes como internacionalista y antimperialista.

Mayabeque, Cuba: Valores humanísticos resplandecen en nuestro ejército de batas blancas, al conmemorarse este 9 de octubre, el aniversario 54 del asesinato del Che en Bolivia.

Su ejemplaridad como médico de los humildes está atada a los corazones de los científicos y galenos cubanos, cuyas manos nos alivian el dolor y nos libran de la muerte.

En su andar quijotesco por el mundo, Ernesto Guevara de la Serna,  nos legó su ejemplo como internacionalista y antimperialista, virtudes que  lo convirtieron en paradigma para el mundo, en especial para los valientes trabajadores de la salud que hoy salvan vidas en el enfrentamiento a la COVID-19.

Los enemigos intentaron, con su desaparición física, aquel funesto octubre, que su ejemplo desapareciera en el tiempo. Sin  embargo, sucedió todo lo contrario, el Guerrillero Heroico alcanzó una mayor dimensión en la historia de nuestra Patria y de otras regiones del planeta.

En su corta existencia se resumen grandes cualidades como combatiente, revolucionario, internacionalista, estadista, escritor y médico.

Junto a Fidel, formó parte de la expedición del yate Granma y participó en la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista en las montañas de Oriente.

Durante la guerra alcanzó el grado de Comandante.

Al triunfar la Revolución fue designado Presidente del Banco Nacional de Cuba y Ministro de Industrias.

Con la responsabilidad y el respeto que emanaba de su figura  presidió delegaciones cubanas que visitaron diversos países y decidió apoyar causas justas en otras naciones de África y América Latina.

La vigencia de su pensamiento demuestra que el Che está hoy más vivo que nunca.  

Ada Durán del Río

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