Investigadora del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria, Annie Rubio Ortega. Foto: Diario Mayabeque

Mayabeque, Cuba: Cuando recibió el reconocimiento de manos de la miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y su Primera Secretaria en Mayabeque, Yanina de la Nuez Aclich, Annie Rubio Ortega sintió un orgullo inmenso por haber logrado, con tan solo 31 años, tan altos resultados.

Al conversar con ella, noté en sus ojos el brillo de la satisfacción. Y es que, ciertamente, para esta jovencita se han hecho realidad muchísimos sueños.

Graduada de Ciencias Farmacéuticas en la Universidad de la Habana, actualmente es investigadora del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (Censa). Con apenas siete años de labor en esta importante institución lajera, y con muchas horas de estudio y empeño, se hizo Máster en Microbiología Veterinaria y, actualmente, se encuentra en la discusión del doctorado en esta materia, adscrita a la Universidad Fructuoso Rodríguez Pérez (UNAH).

Especialistas del Citma le otorgaron a Annie este premio, por el valioso aporte al conocimiento científico. Su trabajo Actividad antimicrobiana y modo de acción de aceites esenciales de plantas cultivadas en Cuba sobre cepas de salmonella entérica tiene un alto impacto por la búsqueda de candidatos novedosos contra la resistencia antimicrobiana y que se usan en el proceso de diferentes patologías.

“Estamos involucrados en varios proyectos, no solo para el tratamiento de bacterias patógenas en animales y humanos sino también en bacterias que son capaces de dañar los cultivos y, por ende, la productividad. Es decir, impactan en la salud y en la economía”, expresó la joven.

Annie pertenece a un colectivo conformado por un equipo multidisciplinario (técnicos, radioquímicos, veterinarios y otros) que laboran, además, en un proyecto con nanopartículas para el tratamiento de patologías en células cancerígenas que puedan afectar a la piel.

Asimismo impulsan otro trabajo basado en productos naturales. “Nos expandimos no solo en la búsqueda de soluciones, sino también en la forma de orientar a los campesinos y vincularnos con ellos, porque muchas veces la resistencia antimicrobiana está dada por el gran uso y abuso de compuestos que son plaguicidas, los cuales hacen resistencia en estos cultivares y esto provoca que el tratamiento no sea efectivo, por lo tanto buscamos un recurso lo más verde posible y amigable con el medio ambiente, además que sea efectivo y rápido, como lo necesita el país”, concluyó la investigadora. (IVP)

Ada Durán del Río

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