Inclusión y protección legal son las esencias que definen al Proyecto del Código de las Familias que analizarán para su aprobación los diputados al Parlamento cubano en la próxima sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular en el presente mes.
Es el preámbulo a la consulta popular y todo el proceso tendrá como colofón el referendo, donde se decidirá con el voto si es aprobado o no el revolucionario texto jurídico.
Hay puntos controversiales en este proyecto, uno de ellos asociado al matrimonio y la intención de los legisladores de brindar amparo jurídico a todas las familias que hoy conviven entre nosotros.
No se trata de tolerancia si no de inclusión, de reconocimiento y respaldo legal a todas las formas de amar y formar familias, un derecho que no perjudica en lo más mínimo al de otros.
Es un punto neurálgico, hay criterios divididos, sustentados algunos en prejuicios y manifestaciones discriminatorias que laceran el concepto de igualdad y justicia social que defiende nuestro proceso socialista como reflejo de la realidad de la nación, muestra de que la sensatez y culto a la dignidad plena del hombre priman entre la mayoría de este pueblo amante de la concordia y la justicia. (YQR)
