El 2021 pasará a la historia como un año, que puso al descubierto lo inhumano y cruel del bloqueo estadounidense contra Cuba, al recrudecer esa política, en medio de la pandemia de Covid 19.
Un año en el que también demostramos la unidad del pueblo en torno a la Revolución y su capacidad de resistencia y sobreponerse a las dificultades.
El impacto del cerco económico a la nación fue tan agresivo como el de la pandemia y dejó un saldo considerable por las limitaciones financieras y de recursos y las lamentables pérdidas de vidas humanas.
Los cubanos enfrentaron el desafío de luchar contra una mortal enfermedad con limitaciones de todo tipo y entre las más significativas, la falta de medicamentos y el desabastecimiento de productos de primera necesidad, en gran medida por los efectos del bloqueo de los Estados Unidos contra el pueblo.
Eso hizo necesario sacar el extra y trabajar duro y sin descanso en el enfrentamiento a la Covid-19 y en sectores claves como la produccion de alimentos, la biotecnología y la ciencia en sentido general.
No hay esfera de la vida del país que escape a las consecuencias del bloqueo imperialista, pero jamás podrá lograr su propósito de destruir la Revolución.
Frente a la adversidad y las ansias injerencistas del norte se levanta la voluntad de un pueblo que crea y confía, convencido de que es el socialismo el camino a seguir.
Llegamos al final de un año en el que nuevamente trataron de hacernos desaparecer y se quedaron con las ganas, Cuba vive y renace, orgullosa de su historia y se gente.
El bloqueo es criminal, ilegal y genocida, constituye el principal obstáculo al desarrollo del país, pero jamás podrá destruirnos, ni amedrentarnos.
Somos una nación de paz y amor que anda de hermana por el mundo, fiel al legado de Martí, y segura de que al salvarse, salva. (IVP)