“Es la medicina como el derecho, profesión de lucha; necesitase un alma bien templada para desempeñar con éxito ese sacerdocio…”
José Martí
El Programa de Medicina Familiar en Cuba arriba hoy a su aniversario 38 y ha marcado con creces la vida de los nacidos en esta isla. Su objetivo, acercar cada vez más la atención médica a la población por profesionales preparados para atender los principales problemas de salud se ha cumplido a cabalidad.
Todavía están frescos los recuerdos del comienzo de los Médicos de la Familia en la comunidad. Inicialmente algunos dudaban en acudir al consultorio, pero fue mayor la demostración de conocimientos e interés por la población y en breve aquellos galenos eran respetados, admirados y reconocidos por la población.
Fidel y su visión de la Medicina Familiar
Proporcionar al sistema de salud cubano un médico de nuevo tipo, fue idea de Fidel a finales de 1983. Su argumento sustentaba que el galeno fuera capaz de brindar asistencia a la mujer embarazada, cuidar sus riesgos, su evolución, resultado del parto; luego seguir al niño en su desarrollo y comportamiento en el hogar y la escuela y, ya adulto, velar por su sano desempeño en su vida familiar y social, además de garantizar que reciba la debida atención durante la vejez.
La historia que traería consigo aquella idea inició con la elección de diez médicos de brillante trayectoria académica que en noviembre de 1983 recibieron un curso introductorio durante 15 días en el policlínico Lawton de la Ciudad de La Habana.
Así comenzó la familiarización con la comunidad, junto a igual número de enfermeras, con las cuales organizaron el trabajo, atención primaria que brindarían en lo sucesivo.
El 4 de enero de 1984, comenzaron su labor los primeros diez médicos elegidos quienes a partir de ese momento, desde sus respectivos consultorios emprendieron una nueva experiencia para la Salud Pública en Cuba y para la propia comunidad.
Los resultados no se hicieron esperar, la aceptación fue inmensa y propició que se extendiera a todo el país. El Programa del Médicos de la Familia influyó en el control de las enfermedades no transmisibles y la introducción de la docencia y la investigación en el primer nivel de atención.
Cuba ante el mundo
Cuba logró un avance extraordinario en la Atención Primaria de Salud, y antes de lo previsto en la Conferencia Internacional de Alma-Ata en 1978, la cual en su acápite X, señala que: “Es posible alcanzar un nivel aceptable de salud para toda la humanidad en el año 2000 ()Una verdadera política de independencia, paz, distensión y desarme podría y debería liberar recursos adicionales que muy bien podrían emplearse para fines pacíficos y en particular para acelerar el desarrollo social y económico asignando una proporción adecuada a la atención primaria de salud en tanto que elemento esencial de dicho desarrollo.”
La Medicina Familiar es un modelo que posee un enfoque clínico, epidemiológico y social, de atención al individuo, a la familia, a la comunidad y al medio ambiente; y favorece la participación comunitaria e intersectorial, con el fin de mejorar el estado de salud de los habitantes.
Dedicación, ética, profesionalidad y constancia distinguen a los médicos(a) y enfermeros(a) que laboran en los consultorios, son ellos guardianes de la salud y de la vida, que una vez más han demostrado con su hacer la humanísima labor que realizan.
Ante la Covid-19, han estado presentes en la batalla perenne contra el virus en defensa de la existencia. No escatiman tiempo. Su dedicación y profesionalidad son óptimas y su labor es el más digno homenaje a esa idea de Fidel que este 4 de enero arriba a su aniversario 38. (BSH)