Mayabeque, Cuba: Conozco a una mujer que multiplica razones para defender este tiempo difícil, ella es de las que desestiman obstáculos y tiene como meta vencer en cada propósito.
La firmeza la distingue y el buen tino para cada ocasión es pura destreza en su actuar, es que la pedagogía habita siempre en Edaida Rivero Palenzuela, una federada de San José de las Lajas distinguida recientemente con la Orden Ana Betancourt.
A la también Directora del Centro Universitario Municipal de la capital de Mayabeque la caracteriza la pasión por cuanta tarea asume, de ahí que la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia, el hacer a favor del Género y la lucha contra la violencia hacia la mujer ocupan su entrega casi cotidiana.
A su decir la Federación forma parte de su vida. Yo tuve en mi madre un referente, ella fue de las mujeres que le cambió la vida desde enero de 1959, precisamente la FMC le propició trabajo y superación y de esa manera ella pudo educarnos a mi hermano y a mí, pero, siempre develó la gratitud por esa organización femenina que propició a la mujer tantas oportunidades.
¿Cómo recuerda usted su comienzo en la Federación de Mujeres Cubanas?
El comienzo estuvo en mí desde que acompañaba a mi mamá a las actividades de la FMC pero, oficialmente a los 14 años, edad en que una se integra a la misma y sí, desde entonces no me he desligado y he estado presente en cuanta tarea se ha indicado, porque se trata de todo lo que se puede hacer para que la mujer siga avanzando, para que cumpla sus metas, para que fortalezca su autoestima, para que no admita ningún tipo de violencia, para que junto a su familia propicien la mejor educación a sus hijos.
Su presencia en Venezuela ¿cómo la define?
Para mí fue una experiencia maravillosa, una misión que anhelé y pude cumplir a cabalidad, a la que llevé mis conocimientos y me permitió también conocer del trabajo que allí se realizaba y sobre todo del amor y respeto por Cuba. Cuando regresé, fui a la sede de la Federación y le dije a las compañeras, ya estoy de regreso, aquí me tienen como de costumbre dispuesta para continuar trabajando.
Recientemente recibió la Orden “Ana Betancourt”, ese reconocimiento ¿qué implica en la vida de Edaida Rivero Palenzuela?
Fue una emoción muy grande verme entre compañeras valiosas y de tanta historia, pero en el orden individual es un alto compromiso, es no descansar y seguir haciendo lo mejor posible mi labor en donde quiera que esté; es además apoyar cada orientación de la FMC. La Orden “Ana Betancourt” es un reconocimiento, pero a la vez es acicate para ser mejor cada día. Ese día, todas las condecoradas estuvimos muy felices.
A su juicio ¿cuál es el mayor desafío que tiene la Federación de Mujeres Cubanas?
Yo considero que el trabajo con la juventud, con las jóvenes que han de seguir adelante, porque, aunque estemos nosotras, las nuevas generaciones deben conocer de la historicidad de esta organización que nos representa, de sus fundadoras, de sus acciones siempre imprescindibles, porque serán las encargadas de proseguir la obra que lleva ya 63 años.
Si con tres palabras se definiera a la FMC, ¿cuáles serían las que usted escogería?
Ejemplaridad, lealtad y amor