Cada pueblo tiene su historia y atesora la presencia del eterno Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Batabanó es privilegiado.
Los hechos registran que el 16 de mayo de 1955, luego de salir en libertad del Reclusorio Nacional de Isla de Pinos, Fidel llega a Surgidero de Batabanó, junto a un grupo de jóvenes que le acompañaban para dirigirse a La Habana por vía férrea.
Allí brindó su declaración en el Muelle Real, la cual fue difundida en todo el país por Radio Cadena Habana. Testigos de aquel momento relatan con gran emoción la corta estancia de Fidel en tierras batabanoenses.
Años más tarde, y después del Triunfo de la Revolución, regresa a Batabanó el 18 de julio de 1968 para entregar, a un grupo de campesinos, 150 casas del plan arroz, las cuales formaban el nuevo reparto de Ñancahuazú. Allí compartió la alegría de las familias beneficiadas con este proyecto.
Así mismo, el 28 de diciembre de 1986, Fidel regresó nuevamente, debido al choque de lanchas Kometa, brindando su apoyo incondicional a los pasajeros del accidente.
En más de una ocasión, el líder regresó al municipio, visitó la zona rural de La Julia y el asentamiento de Santa Lucía, también en el plan arrocero, el plan berro y al inicio de la siembra de la moringa.
El Huracán Lili, trajo nuevamente la presencia de Fidel a Surgidero, el 17 de octubre de 1996, quien se interesó por el desarrollo y recorrido de dicho fenómeno meteorológico, constató la situación del poblado y las acciones de evacuación.
Cuatro años después de este acontecimiento, el 14 de octubre de 2000, con el surgimiento de la Batalla de Ideas, el Comandante en Jefe y el General de Ejército Raúl Castro estuvieron en la localidad, entre otros líderes de las Revolución Cubana.
Numerosas anécdotas son contadas por los batabanoenses, hechos que quedaron registrados en la historia de este pueblo emprendedor, continuador de la obra de la Revolución y sobre todo fieles herederos del legado de Fidel. (LHS)