Moraima Pérez Espinosa, se levanta temprano en las mañanas, se pone su ropa de trabajo y se adentra en las labores productivas dentro de su propio hogar.
Ella, con sus propias manos labró poco a poco lo que se convertiría en un patio de referencia dentro del municipio de Quivicán.
Con la ayuda de sus amigos los que colaboraron en la preparación de la huerta, y la maestría que la distingue, no se amilana ante ninguna de las dificultades actuales y eso se evidencia en cada cultivo representativo de la cubanía que defiende.
La Mora, como es conocida por los quivicaneros, cuenta con una cría de animales que la ayudan a autoabastecerse en estos tiempos en que el nuevo Coronavirus azota.
Galardonada con la pegatina Patio 60 aniversario de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), demuestra su arte y amor por la tierra, no solo pensando en su bienestar, sino también en la comunidad donde reside.
Próximo a celebrarse otro aniversario de la organización que acoge a todas las mujeres cubanas como una sola, Moraima Pérez Espinosa, demuestra por qué es una digan seguidora de las ideas de Fidel y de Vilma, impulsora de un legado que no se olvida, que no muere. (IVP)