Respetar los derechos del hombre y las libertades fundamentales, en una sociedad, fue el verdadero propósito de la Asamblea General de las Naciones Unidas para aprobar la Resolución de la Declaración Universal de los Derechos Humanos el 10 de diciembre de 1948.

Desde el triunfo de la Revolución en Cuba, es una prioridad del Gobierno velar por la igualdad, sin distinción de sexo, color de piel, religión, lengua o cualquier otra condición.

Es importante resaltar que a pesar de todas las limitaciones y el bloqueo de los Estados Unidos a la Isla, la Educación y los servicios de Salud Pública son una fortaleza en esta nación, pues cada ciudadano tiene acceso gratuito, además un futuro que garantiza a hombres y mujeres de bien, forjados en una sociedad justa para todos y por el bien de todos.

Disímiles son los avances de las ciencias médicas puestas a disposición del pueblo. Muestra de ello, son las campañas de vacunación, los incontables esfuerzos en la lucha contra la Covid-19, la atención primaria de la salud con el médico y la enfermera de la familia.

Hoy los niños, jóvenes y adultos tienen el derecho de recibir una educación a la altura que merece, sin discriminar a quienes por sus limitaciones físicas o motoras requieren una atención especializada. Por eso somos y seremos Cuba, un pequeño país con grandes fortalezas, cuando de derechos humanos se trata. (LHS)

Darlenis Hernández Castillo

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