Desde que nuestro estado revolucionario determinó que el desarrollo de la agricultura constituía un factor de seguridad alimentaria nacional, significaba que en una actividad de esta índole iba la vida del país.

Aunque aún insuficientes, son muchas las acciones realizadas en ese sentido, a nivel de territorio para potenciar el desempeño agrícola, teniendo en cuenta que la agricultura urbana, sub-urbana y familiar es el principal objetivo que puede dar resultados reales si se trata de vincular a la población al aprovechamiento de todos los espacios fértiles para cultivar alimentos.

Es una tarea que va más allá de la propia dirección de la agricultura y que se vincula a las organizaciones de masas de los municipios, como los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), que están abocados a fomentar la siembra de productos del agro, dígase viandas y hortalizas en patios y pequeñas parcelas, en el logro de cultivos imprescindibles en la alimentación humana.

Los avances en este sentido no son suficientes, se necesita reforzar esta importante actividad, que cada familia, cada miembro de la comunidad, cada cederista y federada sienta que, desde su propio entorno, puede contribuir, significativamente al bienestar familiar, toda vez que aporta a la seguridad alimentaria del país.

Madruga, territorio de grandes extensiones agrícolas, apuesta por desarrollar la agricultura urbana, sub-urbana y familiar, como vía segura para enfrentar la difícil situación económica que nos imponen el bloqueo norteamericano y el actual contexto internacional. (BSH)

Roberto Hernández

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