Mayabeque, Cuba: Hoy 28 de enero, a 168 años del natalicio de José Martí, el hombre de todos los tiempos y de cada una de las latitudes, los cubanos honramos aquellos valores más puros que profesara en vida, esos que siguen hoy más vivos que nunca.

Tal como lo deseaba nuestro Apóstol José Martí, considero que es la infancia la etapa de la vida donde ha de cultivarse preferentemente los sentimientos de patriotismo, dignidad y honradez.

Fue Martí un fiel defensor de los derechos de los niños y en tal sentido contribuyó incesantemente a la promoción del estudio y conocimiento infantil, pues como bien lo ratifica en una de sus paremias, son ellos la esperanza del mundo.

Es así que los niños deben honrar la virtud del maestro e instruirse de sus más insignes preceptos, para que puedan convertirse en esos hombres sabios y valerosos del mañana.

Consagrado a los más nobles valores humanos, Martí logró demostrar a través de su propia experiencia lo necesario de la conciencia, la razón y la voluntad, elementos que relaciona con claridad en la actuación del hombre en la vida, desde su formación hasta el final de sus días, la que siempre concebía relacionada a la honradez, la justicia y los sentimientos humanos.

Todo niño debe formarse bajo los modelos martianos. Fue Martí, aquel hombre de bigote hirsuto y traje negro muestra del luto por su patria, un alma cándida y pura, eco de todos los dolores del mundo: el de los pobres, el de los explotados, el de su patria. Dedicó su pluma a luchar por la defensa de los oprimidos, dedicó su vida a luchar por su suelo, hasta sacrificarla.

No debemos, por tanto, dejar que muera la obra martiana, no podemos dejar en el camino la relevancia de la labor del Maestro.

Tú niño cubano, no lo dejes desaparecer. Podemos triunfar con el nombre de Martí en los labios y con su ideario como guía. Como hiciera nuestro invicto Comandante en Jefe años atrás cuando proclamó al Apóstol como su más fiel orientador al enfrentar al corrupto gobierno que oprimía a Cuba y arrojar al tirano del poder a través de la Revolución triunfante, tú también puedes hacer que desaparezcan los males que aquejan a nuestro mundo actual.

¡Honor y gloria al maestro!

Asarys Posada

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