Mayabeque, Cuba: Estudiantes de Primer Año de la Carrera de Inglés en el Centro Universitario Municipal de Güines vivieron de cerca momentos trascendentales de Clarisa Herrera, Gloria de Deporte Cubano, y el ingeniero José Ignacio La O Hernández, jubilado del sector azucarero y combatiente de la Revolución.
Ellos tuvieron la oportunidad de conocer a Fidel Castro y hoy cuentan cuánto admiran sus cualidades, su gallardía y la manera en que su legado está presente en cada sitio de nuestro país.
Clarisa, ex atleta del equipo Cuba de Voleibol, emocionada relató los momentos en que llevaron sangre del Comandante a Perú en 1970 cuando un terremoto azotó aquella nación que entonces necesitaba ayuda. Desde aquí, cuenta, enviaron alimentos, medicinas, y sangre. El primero en donar fue Fidel. Era una noble y altruista tarea, Perú lo necesitaba.
Luego sucedió otro encuentro un año más tarde, al regreso de los Juegos Panamericanos de Cali, Colombia. El líder siempre nos hablaba de la disciplina deportiva, la responsabilidad y la Defensa de los colores de la bandera cuando representábamos a Cuba en el extranjero.
La alegría del equipo también era importante para él, decía que daba confianza y fe en el triunfo, fue así que llegamos a ser la primera generación de las Morena del Caribe.
José Ignacio habló del esplendor de la industria azucarera en el central Amistad con los Pueblos, en Güines. Era el año 1981 y ésta era la primera fábrica del país que emprendía la producción de azúcar blanco directo. La importancia de ahorrar recursos y materias que se utilizaban en el proceso se imponía en aquel momento y los obreros asumieron la obra.
En aquella época se producían alrededor de 30 mil toneladas en unos 150 días de zafra. Esto motivó la presencia de Fidel en la industria unido al deseo de compartir con los trabajadores el fin de año.
Aproximadamente a las 12 de la noche del 31 de diciembre del año 1981 llegó el Comandante al central. Nadie esperaba su visita, fue un verdadero acontecimiento, comenta emocionado.
Habló con los obreros, recorrió la planta eléctrica y la zona donde se transportaba el azúcar.Se interesó por el funcionamiento de la fábrica, el estado de la molienda y conversó con otros como Hipólito Santana y Ramón Domínguez.
La O no habla en pasado de Fidel porque siempre lo tiene presente, así reflexiona cuando conversa con los jóvenes y agrega: admiro su honestidad, la sencillez y apego a los principios y conceptos de la Revolución, a los que no he dejado de serle fiel.
Admiro su respeto por el ser humano. Por eso hoy me siento satisfecho y orgulloso de mi pueblo y de su Comandante eterno, concluyó. (YDG)
Indira La O Herrera
Periodista en Radio Mayabeque