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Alzan sus manos en patriótico gesto. Y pronuncian con emotividad: Pioneros por el comunismo: ¡Seremos como el Che! Es el lema que se escucha en cada escuela cubana en la mañana de este lunes.
Es el primer paso de los 185 pequeños que inician su vida estudiantil en la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), en el Seminternado Camilo Cienfuegos en la capital de Mayabeque.
Nunca como hoy el Comandante Ernesto Guevara vive con tanto ardor en el corazón de esta muchachada que recibe sus pañoletas en un acto lleno de hermosura y de fervor.
Una ceremonia que también evoca a Camilo, porque el Señor de la Vanguardia es flor y pétalo, junto al Guerrillero Heroico, en la jornada ideológica que recuerda cada año a ambos revolucionarios.
La caída en combate del Che, en Bolivia, en igual fecha de 1967, 56 años atrás, quien vive entre nosotros, insufla nuestros ideales por un mundo mejor.
La desaparición física en pleno vuelo del Héroe de Yaguajay, el 28 de aquel décimo mes de 1959, cuando la Revolución cubana era aún un sol naciente, significa su hidalguía como guía en la ruta a seguir.
Ambos comandantes, presentes en este peldaño en las nuevas generaciones, son ejes motivacionales en el camino que habrá que vencer con la mezcla exacta de entereza que precisa la construcción de la sociedad a la que aspiramos y, con ella, la forja del hombre nuevo.
La solemnidad de la jornada abre los horizontes a un escenario de amor por Cuba y por sus héroes verdaderos, que habrá que continuar defendiendo. Los nuevos pioneritos lo saben, lo sienten, y vibran en esta fiesta multicolor e inolvidable.
Ese ardoroso tributo tuvo lugar en los 135 planteles de los once municipios de esta provincia occidental donde más de 3700 alumnos del primer grado de la enseñanza primaria emprenden las tareas moncadistas desde la impronta acendrada del Guerrillero de América y las más reverenciables camiladas, de la mano de la familia, la comunidad y de los centros educativos.
Una vez más, los actos de ingreso a la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), y de colocación de pañoletas, que tradicionalmente tienen lugar en esta efeméride en el país, confirman nuestra estirpe y fidelidad agigantada que, a prueba del tiempo, nos sugiere preguntar: ¿Vamos bien, Camilo?, como en una histórica ocasión lo hiciera Fidel, para confirmar si el rumbo elegido era el correcto.
El acto provincial por la simbólica conmemoración se realizó paralelamente en la Escuela Raúl Hernández Rodríguez, en Jaruco. Asistieron las máximas autoridades políticas y gubernamentales de la provincia, el municipio y de la Dirección de Educación.
