Mayabeque, Cuba: El silencio de la madrugada de este último sábado cedió paso en algunos lugares de Madruga a fuertes vientos asociados a un tornado que muchos no lograban entender.
Entre el despertar y ver los destrozos en las viviendas pasó muy poco tiempo, asegura el matrimonio de Armando Silva y Misleydis Escalona. Ellos cuentan que se percataron del ruido que venía acabando y de repente el viento se llevó el techo de la terraza y las ventanas. “En un momento vivimos una tragedia inigualable, con un estado de nervio muy grande”, asegura Armando.
Ellos junto a otro centenar de personas en los asentamientos Los Pilotos y La Esperanza sufrieron daños por el evento hidrometeorológico que hasta los de más edad afirman no haber vivido jamás.
Las imágenes de árboles y palmas derribadas, viviendas en el piso y otras con paredes que apenas se sostienen muestran la magnitud de los vientos.
Junto a los damnificados están desde entonces las autoridades locales con la misión de ayudar, algo que se agradece.
El matrimonio hace referencia a la buena atención de los representantes del Partido y el Gobierno en el territorio, los trabajadores sociales, así como del personal de salud para interesarse por su hija embarazada.
Los campesinos de la Cooperativa Camilo Cienfuegos, cercana al lugar, trabajan en las tareas de la recuperación según informó su presidente Bárbaro Rodríguez Barrios.
Mientras las familias tratan de reponer algunos bienes y de sobreponerse, aunque coinciden en que la madrugada del 23 de marzo será difícil de olvidar.