Encarnación: la poesía que no cesa

Mayabeque, Cuba: Brilló, porque fue útil, y brilló más porque no reclamó mérito alguno, aunque merecía muchos.

Encarnación de Armas Medina, la poetisa de Jaruco, nos dejó. Su camino de servicio y modestia lo construyó con un magisterio insuperable de más de 30 años y un verso sensible y fuerte, que dejó en más de diez libros, una familia y una vida ejemplar.

Poetisa y promotora cultural, escritora y asesora radial, fundadora de Radio Jaruco, divulgadora infatigable de las letras (en poesía, décima, narrativa, ensayo y literatura para niños), nació el 18 de agosto de 1933, en Majana, Jaruco.

Imposible no recordarla en los programas culturales del municipio, ferias del libro, tertulias, actos, festivales, peñas, y, sobre todo, eventos de repentistas y jornadas Cucalambeanas provinciales y nacionales.

Desde la antigua provincia Habana, Encarnación fue un referente que dio altura y seguridad en cuanta actividad participaba, especialmente en talleres literarios, librerías y casas de cultura. Sería inagotable la relación de sus labores: participó, entre otros, en el XII Festival de la Cultura Caribeña (Santiago de Cuba), los Encuentros de Escritores y los de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), los Festivales Mujer y Poesía, los eventos de la Décima, Festival de Cultura Iberoamericana, varias ediciones de la Feria Internacional del Libro (Morro-Cabaña), así como eventos literarios para niños y jóvenes, y peñas en la Uneac, el grupo Aladécima, el Grupo Silvestre de Balboa de la Casa Canarias, la Asociación de Pedagogos de Cuba, la Fundación Nicolás Guillén y la Sociedad Cultural José Martí.

Nunca faltó en Radio Camoa, Cadena Habana, Progreso, 26 y Rebelde, ni tampoco en los periódicos El Habanero, Mayabeque, Trabajadores, la revista Iris, Panorama, el Boletín de la Asociación Canaria, Universal, de México, y El Indio de Jarama y Azahar, de España, entre otras.

Su ejemplar sencillez la hacía jurar que nunca trabajó para premio ni distinción alguna. Se ruborizaba al recibir alguna condecoración: Premio CONDAL de Jaruco (1944), Diploma del Centro de Aficionados y Casa de la Cultura Habana, del ICRT, de la Asociación de Escritores de la UNEAC (1991), de Radio Jaruco, la Unión Árabe de Cuba, o el Premio Abdala (2007), entre otros medallas y órdenes.

Hija Ilustre de la Ciudad Condal, fue el estímulo que más la conmovía.

Precisamente por eso, no se irá del todo: Encarnación regresará a la canturía, la Feria, la radio porque su poesía no cesa. Es de esa materia sensible y eterna con creces la memora y el amor.

Omar F. Mauri