Mayabeque, Cuba: De los deportistas no convencionales que ostentan la condición de Gloria del Deporte Cubano, en la provincia de Mayabeque, destaca sobremanera Ambrosio Zaldívar Mesa, quien durante 23 años mostró, sobre las pistas de atletismo, sus dotes de corredor de medio fondo.
Nació en San José de las Lajas, el 7 de diciembre de 1960. Se vinculó a la práctica deportiva sistemática a la tardía edad de 20 años, pues su condición de débil visual le hizo creer no ser apto para destacarse en las actividades físicas.
Inspirado en los triunfos de su ídolo Alberto Juantorena, doble campeón de la Olimpiada Mundial de Montreal 1976 y de la 1ra. Copa Mundial del siguiente año, motivaron que algún tiempo después, Ambrosio, entonces obrero de la construcción, se iniciara en las carreras de medio fondo en la pista lajera bajo la égida del experimentado Felipe Chaviano Cruz.
Pronto mostró sus excelentes cualidades en la pista y comenzó una larga carrera que se extendió a 23 años participando en competencias a todos los niveles convocadas por la Asociación de Ciegos y Débiles Visuales (ANCI) y también en justas para atletas convencionales.
Se especializó en eventos de 400, 800, 1500 y 5 mil metros, aunque ocasionalmente lo hizo también en pruebas de velocidad; además, en lides internacionales integró relevos de varias distancias.
Desde 1983 hasta 2003 compitió en 13 campeonatos nacionales de la ANCI, con excelente saldo de 38 medallas, de ellas 35 de doradas, dos plateadas y una de bronce. Su mejor cosecha la alcanzó en la edición de 1989 donde se coronó monarca en las cuatro distancias en las que intervino.
Ambrosio representó a Cuba en diez importantes competencias para deportistas con discapacidad. Compitió en las Paralímpicos Mundiales de Atlanta 1996 y Sídney, Australia 2000. En los Campeonatos Mundiales de Suecia 1986 y España1998.
Asistió a los Juegos Latinoamericanos de República Dominicana 1988, Venezuela 1989 y Brasil 1994. Tuvo protagonismo en el Iberoamericano de España 1988. Su historial en lides más allá de nuestras fronteras, muestra que compitió en los Juegos Parapanamericanos de Buenos Aires, Argentina 1995 y cuatro años después en México.
Su palmarés en esos diez países exhibe una magnífica cosecha de 23 preseas, (15 coronas, seis de plata y dos bronceadas). Ningún otro atleta discapacitado de Mayabeque acumula tantos galardones en eventos de tan alto nivel.
La mayor cosecha en las mencionadas justas internacionales las logró en los Juegos Latinoamericanos de República Dominicana 1988, allí tomó la arrancada en seis pruebas y logró actuación casi perfecta al adueñarse de cinco títulos y una presea de plata.
Pero el evento cumbre de su vida deportiva acaeció en los Paralímpicos Mundiales celebradas en la ciudad estadounidense de Atlanta en 1976. Allí logró la máxima aspiración de todo atleta, inscribir su nombre en el Olimpo, pues conquistó la medalla dorada en los 400 metros planos y sexto peldaño en 1500.
Su participación en lides nacionales no solo se enmarcaron en las organizadas por las asociaciones de discapacitados; por su calidad y resultados también fue asidua su presencia en eventos especiales para atletas convencionales.
Los tradicionales torneos especiales Barrientos In Memoriam, la Copa Cuba, el Memorial Brunet de Ciego de Ávila y la Copa Rafael Fortún de Camagüey, lo vieron competir y en no pocas ocasiones también subió al podio de premiaciones.
Su última competencia ocurrió en un Zonal Nacional realizado en Pinar del Río en el año 2003; así dijo adiós y puso fin a 23 años en las pistas nacionales e internacionales. Pero el retiro oficial se le realizó dos años después en ceremonia efectuada en el teatro Heredia, de Santiago de Cuba, durante el Campeonato Nacional de la ANCI.
Desde entonces Ambrosio Zaldívar Mesa labora en la Dirección de Deportes de San José de las Lajas, donde ocupa la responsabilidad de vicepresidente de Atención a Atletas de la demarcación. Además, forma parte del secretariado municipal de la ANCI y el Consejo Provincial de la misma asociación.
Tareas similares desempeño antes a nivel nacional, siempre aportando su esfuerzo en pos de brindar atención a los afiliados.
Por sus resultados como atleta, ejemplaridad y dedicación a la promoción del deporte, fue honrado con la condición de Gloria del Deporte Cubano, ostenta la Medalla Mártires de Barbados y años atrás fue declarado Hijo Ilustre de la ya desaparecida provincia de La Habana
“El deporte me fortaleció, inculcó disciplina, me dio muchas satisfacciones, salud, superación, numerosas amistades, ser reconocido y respetado, conocí varios países, pero todo lo conseguí gracias al apoyo incondicional de mi familia, también a ellos se lo debo todo”, aseveró. (LHS)