El bloqueo afecta también a la agricultura.

Cuba es un país libre y soberano que ha pagado un alto precio por marcar la diferencia y demostrar con su realidad que un mundo más justo es posible.

El bloqueo de los Estados Unidos contra nuestro pueblo es desde hace seis décadas la criminal política del imperio para destruir los esfuerzos de Cuba por construir un país cada vez más justo.

Ningún sector de la sociedad escapa a la fusta del bloqueo, y dentro de ellos sobresale por su impacto en la población, el de la agricultura.

Abiertamente el imperio ha manifestado su voluntad de asfixiar la economía cubana y provocar el desánimo en el pueblo creando necesidades de todo tipo.

En la agricultura la falta de recursos materiales como insumos, tecnología moderna y piezas de repuesto, entre otros, frenan mayores avances en ese frente. Por años los productores cubanos han tenido que sortear no pocos obstáculos para enfrentar las tareas del campo y llevar los alimentos a los hogares.

La criminal política yanqui contra la Revolución cubana se ha ensañado con el pueblo, provocar hambre y enfermedades, es la esencia de la estrategia para acabar con el ejemplo de Cuba. Pero no han podido ni podrán lograrlo porque el pueblo decidió su destino, el 1ro de enero de 1959 cuando conquistó la independencia y apostó por un país cada vez mejor.

Los hombres y mujeres del campo se sobreponen a las dificultades y con escaseces y no pocas dificultades producen alimentos para el pueblo.

El bloqueo es una estrategia fracasada y cruel que ha puesto a prueba la capacidad de todo un pueblo para batallar y vencer. El campesinado es un ejemplo entre muchos, sacar provecho de la tierra y aportar a la economía sorteando los obstáculos de ese cerco imperial a la isla caribeña es una decisión a toda prueba.

Cuba lucha contra el bloqueo de los Estados Unidos y cuenta con el apoyo de la comunidad internacional que cada año pide en la Organización de Naciones Unidas (ONU) el fin de esa injusticia.

El bloqueo debe cesar porque es ilegal e inhumano y el mundo se opone de manera categórica a su aplicación.

Ese día llegará y Cuba avanzará hacia el desarrollo con paso firme para conquistar toda la justicia posible y garantizar el bienestar del pueblo.

Ese día llegará y la victoria de esta isla será el mejor reconocimiento a su resistencia y tesón, a la voluntad inquebrantable de su pueblo de no renunciar a sus principios bajo ninguna presión o sometimiento.

Nos ha costado trabajo llegar hasta aquí, pero estamos convencidos de estar del lado correcto de la historia. Somos ejemplo, paradigma de dignidad e inspiración para muchos en el mundo y eso es lo que no nos perdonan en el norte, que hayamos hecho una Revolución Socialista y que estemos dispuestos a defenderla hasta las últimas consecuencias. (BSH)

Maria Amalia Pérez

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