Volver a ver el audiovisual Como si viviéramos el dolor de cada niño que perdió su padre, realizado por la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) en el año 2017, sentir una vez más los testimonios angustiosos de las familias de las víctimas del horrible sabotaje al avión de Barbados, aquel fatídico día 6 de octubre de 1976, me reiteró que el dolor, ante la atrocidad permanece y que la herida sigue lacerante en la piel y el corazón del pueblo de Cuba.
Hace hoy 45 años que 73 vidas , pasajeros del vuelo CU-455 de Cubana de Aviación, en su mayoría jóvenes, hallaron la muerte en el fondo de las aguas del Mar Caribe a consecuencia del atroz crimen, que desprovisto de cualquier escrúpulo y sentido de justicia , fue orquestado por los terroristas de origen cubano Luis Posada Carriles y Orlando Bosch Ávila, financiado por la CIA , quien empleó a los venezolanos Hernán Ricardo y Freddy Lugo para ejecutar la vil acción.
En esta fecha nuestro pueblo recuerda con dolor al equipo de esgrima que regresaba a la patria, luego de alcanzar todas las medallas de oro en el Cuarto Torneo Centroamericano y del Caribe de la disciplina.
Fue un duro golpe al movimiento deportivo cubano que con gran sacrificio ascendía en medio de la hostilidad del feroz bloqueo contra la Isla decidida a ser libre e independiente.
En el sepelio de los cuerpos rescatados del fondo del mar , Fidel crecido ante el dolor resumió el sentir de todos en una frase que estremeció a los cubanos presentes en la Plaza de la Revolución: “No podemos decir que el dolor se comparte. El dolor se multiplica. Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen. ¡Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!”. (BSH)