Las calles y avenidas de Mayabeque se pintarán nuevamente de los colores de los uniformes escolares después de casi un año para el reinicio del curso de forma presencial, a partir de este 15 de noviembre.
Algunos expertos sugieren que el sistema de clases se desarrolle de forma flexible, sin imposición, a partir del diagnóstico de cada escuela a sus estudiantes, quienes desde marzo del pasado año recibieron los contenidos a través de teleclases bajo la supervisión de padres, tutores y familiares, con el apoyo de los maestros.
La base material de estudio está garantizada pese a la compleja situación económica derivada de la pandemia y del recrudecimiento del bloqueo que impone Estados Unidos a Cuba desde hace más de seis décadas.
Las medidas higiénico-sanitarias ya están dictadas en todos los centros educacionales de la provincia para lograr un desarrollo exitoso en este período lectivo, donde el papel del claustro de profesores y la familia es clave para evitar contagios con la COVID-19, virus letal que ha cobrado miles de muertes en Cuba y en el mundo.
El uso correcto del nasobuco, la desinfección de las manos, mantener el distanciamiento social, entre otras, son medidas que no debemos violar durante la estancia en estas instituciones para impedir un nuevo rebrote de la pandemia y culminar este curso escolar con resultados satisfactorios.
No debemos confiarnos, pues a pesar de que la mayoría de los estudiantes y docentes han recibido las tres dosis de las vacunas cubanas Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, no están exentos de contagiarse con el virus, de ahí la necesidad de no bajar la guardia en ningún momento.
El estado cubano garantiza todas las condiciones para un eficiente desempeño en el reinicio de este período lectivo que presupone grandes retos para los maestros y profesores en estos tiempos de COVID-19, de ahí reitero la necesidad de apoyarlos desde los hogares y de esta forma proteger la salud de nuestros estudiantes.
Solo así podremos incorporarnos paulatinamente a la nueva normalidad y volver a realizar todas las actividades sociales a las que estábamos acostumbrados antes de que esta pandemia invadiera la humanidad. (BSH)
