Los cubanos tenemos muchas fechas históricas que conmemoramos, entre ellas destaca el Primero de Enero que marca un nuevo aniversario del triunfo revolucionario.
La alegría y el entusiasmo multiplican las festividades y a pesar de haber transitado por etapas difíciles que ocasionó la lucha por la salud, impuesta por la pandemia, estas motivaciones al festejo deben estar acompañadas por la disciplina y la cordura.
En específico me refiero a la moderación en el consumo de bebidas alcohólicas y el cumplimiento de las normas de la vida social.
Ser moderados, compartir en familia, velar por nuestros pequeños y advertirles del peligro, son cuestiones que evitarán desgracias personales o el luto en el seno familiar.
Experiencias amargas hay muchas y nos deben servir de ejemplo para transitar por esta etapa de fiestas, reuniones entre amigos y descanso.
Por eso en el nuevo año es mejor optar por las buenas experiencias, el reencuentro con personas, la reunión familiar, las salutaciones y los augurios de prosperidad y salud, siempre cumpliendo con las medidas sanitarias anticovid-19.
La moderación, la cordura, la disciplina y el comportamiento adecuado en cada lugar serán suficientes para festejar felices y en armonía. (IVP)