Con la pertinencia del tema la consulta popular del Proyecto de Código de las Familias, que hace unos días inició en Batabanó y en todo el país, es noticia.
En el programa televisivo Hacemos Cuba analizaron de manera clara las particularidades que presenta el nuevo texto en lo referido a las relaciones parentales que enriquece lo expuesto en el aún vigente en cuanto a la Patria Potestad.
Mucho sufrimos, y no pocos a mi paso coinciden en ello, las relaciones de autoritarismo y castigo que se suceden en disímiles familias, solo por creerse algunos padres los dueños de sus hijos.
Cuando digo padres pudiera incluir aquellos que por una razón u otra tienen que asumir ese rol ante lo diverso de la sociedad.
Lo cierto es que como explicara la especialista en Psicología y Doctora en Ciencias, Patricia Arés, el nuevo código propone un cambio en las relaciones en este sentido.
Mantener, desde la comunicación y el diálogo de saberes, las relaciones de respeto mutuo que no es recibir una obediencia que deben existir sin imponer, maltratar, ni quebrantar la moral y la conducta.
Que el niño construya de manera independiente su propia vida, con plena participación y con la guía insustituible de todos los que tienen el deber de educarlo.
Las figuras parentales ahora se extienden a muchas modalidades y eso dice de lo exclusivo de él. Los pequeños no solo reciben educación de esas figuras, existen otros factores que influyen, como es el uso de las nuevas tecnologías, imposibles de evitar.
Es por ello que también trae implícita la responsabilidad parental en los entornos digitales donde la familia está en el deber de velar porque niños, niñas y adolescentes disfruten del derecho de estar protegidos ante contenidos que puedan perjudicar su desarrollo físico, mental o ético, o ante actos de violencia en cualquiera de sus manifestaciones.
La participación ciudadana en el debate y análisis de este y otros temas que conforman este proyecto es un momento único para reflexionar, compartir experiencias, criterios y matrices de opinión que enriquezca nuestra manera de ser, de amar, de vivir y construir la Cuba que soñamos. (IVP)
