La historia llora su ausencia, le falta su más elocuente paladín. Suerte, la memoria. Ella nos ayudará a guardarlo en lo más profundo del alma. Le debemos tanto….
Fue el bardo más romántico y patriótico de todos los tiempos. Además de reconstruir las fábulas de nuestra propia vida tomando del imaginario popular, de los archivos, libros y documentos, se consagró a enamorarnos de la esencia que nos distingue como cubanos.
Fue el ángel guardián de cada piedra y cada ser humano de la Villa de San Cristóbal de La Habana y de la Isla toda.
Gracias a su verbo y sus manos, Cuba es más conocida y mejor reconocida, hasta en las estrellas del firmamento.
Es el padre que nos envolvió con su esperanza, su candidez y su sabiduría. Nadie mejor que él para la lección, el consejo, la alerta.
Nunca miramos hacia arriba para verlo y escucharlo, porque siempre estuvo cerca, a nuestro lado, andando pegado al corazón de su pueblo. (LHS)
Eusebio Leal, descansa en paz. Como dijo Gómez al morir Martí:
“Bajo el cielo azul de tu patria no hay tumba más gloriosa que la tuya”.