10 de octubre de 1868, grito de ¡Viva Cuba Libre!

Mayabeque, Cuba: El 10 de octubre de 1868 al grito de ¡Viva Cuba Libre! (Conocido en la historia como el “grito de Yara”) se alzaba en armas quien fuera conocido en la historia como el “Padre de la Patria”: Carlos Manuel de Céspedes.

Como ejemplo para todos los demás terratenientes de la región oriental cubana, Céspedes liberó a sus esclavos instándolos a unirse para luchar por una Cuba libre e independiente.

La Mayor de las Antillas se había convertido en la zona más codiciada de las Américas debido a su ubicación geográfica. Éramos colonia de España y los intereses de Estados Unidos se acrecentaban cada día.

Céspedes redactó un documento nombrado “Manifiesto del 10 de octubre de 1868”, el cual se considera la primera hoja de la independencia cubana.

Al respecto de la fecha, nuestro “Héroe Nacional expresó en acto celebrado el 10 de octubre de 1887 en el “Masonic Temple” de Nueva York:

“Los misterios más puros del alma se cumplieron en aquella mañana de la Demajagua, cuando los ricos, desembarazándose de su fortuna, salieron a pelear, sin odio a nadie, por el decoro, que vale más que ella: cuando los dueños de hombres, al ir naciendo el día, dijeron a sus esclavos: “¡Ya sois libres!”.

La trascendencia de este hecho se extiende hasta nuestros días cuando tenemos los mismos motivos para seguir defendiendo la soberanía. Debe ser ejemplo eterno para cubanos y cubanas, pues la solución a nuestros problemas no puede albergar jamás una posible anexión a otros países.

10 de octubre de 1868, grito de ¡Viva Cuba Libre!

Mayabeque, Cuba: El 10 de octubre de 1868 al grito de ¡Viva Cuba Libre! (Conocido en la historia como el “grito de Yara”) se alzaba en armas quien fuera conocido en la historia como el “Padre de la Patria”: Carlos Manuel de Céspedes.

Como ejemplo para todos los demás terratenientes de la región oriental cubana, Céspedes liberó a sus esclavos instándolos a unirse para luchar por una Cuba libre e independiente.

La Mayor de las Antillas se había convertido en la zona más codiciada de las Américas debido a su ubicación geográfica. Éramos colonia de España y los intereses de Estados Unidos se acrecentaban cada día.

Céspedes redactó un documento nombrado “Manifiesto del 10 de octubre de 1868”, el cual se considera la primera hoja de la independencia cubana.

Al respecto de la fecha, nuestro “Héroe Nacional expresó en acto celebrado el 10 de octubre de 1887 en el “Masonic Temple” de Nueva York:

“Los misterios más puros del alma se cumplieron en aquella mañana de la Demajagua, cuando los ricos, desembarazándose de su fortuna, salieron a pelear, sin odio a nadie, por el decoro, que vale más que ella: cuando los dueños de hombres, al ir naciendo el día, dijeron a sus esclavos: “¡Ya sois libres!”.

La trascendencia de este hecho se extiende hasta nuestros días cuando tenemos los mismos motivos para seguir defendiendo la soberanía. Debe ser ejemplo eterno para cubanos y cubanas, pues la solución a nuestros problemas no puede albergar jamás una posible anexión a otros países.

Mayabeque, Cuba: El 10 de octubre de 1868 al grito de ¡Viva Cuba Libre! (Conocido en la historia como el “grito de Yara”) se alzaba en armas quien fuera conocido en la historia como el “Padre de la Patria”: Carlos Manuel de Céspedes.

Como ejemplo para todos los demás terratenientes de la región oriental cubana, Céspedes liberó a sus esclavos instándolos a unirse para luchar por una Cuba libre e independiente.

La Mayor de las Antillas se había convertido en la zona más codiciada de las Américas debido a su ubicación geográfica. Éramos colonia de España y los intereses de Estados Unidos se acrecentaban cada día.

Céspedes redactó un documento nombrado “Manifiesto del 10 de octubre de 1868”, el cual se considera la primera hoja de la independencia cubana.

Al respecto de la fecha, nuestro “Héroe Nacional expresó en acto celebrado el 10 de octubre de 1887 en el “Masonic Temple” de Nueva York:

“Los misterios más puros del alma se cumplieron en aquella mañana de la Demajagua, cuando los ricos, desembarazándose de su fortuna, salieron a pelear, sin odio a nadie, por el decoro, que vale más que ella: cuando los dueños de hombres, al ir naciendo el día, dijeron a sus esclavos: “¡Ya sois libres!”.

La trascendencia de este hecho se extiende hasta nuestros días cuando tenemos los mismos motivos para seguir defendiendo la soberanía. Debe ser ejemplo eterno para cubanos y cubanas, pues la solución a nuestros problemas no puede albergar jamás una posible anexión a otros países.

Nathalie Martínez Camps

Periodista en Radio Mayabeque

Por Nathalie Martínez Camps

Periodista en Radio Mayabeque

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